Don Mundo, fiel a la Morenita del Tepeyac desde hace 60 años

San Juan del Río, 18 Julio 16.- El cansancio de su cuerpo y los 68 años de edad que lleva a cuestas, no son obstáculo para que Edmundo Morales Bárcenas (Don Mundo), continúe diariamente recorriendo decenas de kilómetros para que este año cumpla 60 años de peregrinar a la Basílica de Guadalupe y encontrarse con la Morenita del Tepeyac.

“Camine 15 años de aquí de San Juan del Río, luego camine otros 15 años de Querétaro y hoy cumplo 30 años viniéndome de Neblinas, desde el 55, hace un año camine con los de San Luis de la Paz”, apuntó.

Don Mundo como le dicen, narra que teniendo solo 8 años edad cuando vivía en San Juan del Río de donde es originario, inició con su familia la travesía por carreteras, cerros y montes, que lo llevaran cada año a visitar a la Virgen de Guadalupe.

Señaló que primero fue inculcado por las costumbres religiosas de su familia y luego su fe por la Morenita se iba fortaleciendo para no dejar pasar un solo año sin que participara en la tradicional peregrinación más grande de México por la Santísima Virgen.




Con lágrimas en su rostro y con la piel de “gallina” de la que esto escribe, porque hay que decirlo, las historias de fe y milagros de los fieles a la Virgen, son historias que conmueven y hacen reflexionar sobre la vida de uno mismo.

Don Mundo, recuerda que a lo largo de su participación en la romería, ha presenciado milagros y sanaciones inolvidables, de muchos de los que han desfilado a postrarse ante el altar de la Morenita del Tepeyac., como el caso de un hombre que sufrió una parálisis facial.

Detalló que en esa ocasión, saliendo de la comunidad de Neblinas, en la Sierra Gorda de Querétaro, un compañero del grupo había sufrido una parálisis facial en gran parte del rostro, lo que le impedía comer y beber agua, sin embargo al llegar a Visarrón una de las personas que son voluntarias lo apoyó para que comiera y no sufriera de insolación, para que posteriormente se encomendara a la Virgen de Guadalupe.

Con un sentimiento mostrado en las lágrimas que brotaron de su rostro, explicó que el milagro para que se recuperará fue solicitado en una capilla del municipio de Vizarrón y que minutos más tarde se vio concedido.

“Le puso un embudo en la boca, le hecho pedazos de galleta y de atole y nos salimos de Vizarrón, ahí la salida es a las 6 de la mañana pero estaba abierta la capillita y él me pidió que hiciéramos oración, nos metimos más de una hora y cuando abrimos nuestros ojos ya no tenía su boca chueca”, aseveró.

A un con su expresión de admiración, el peregrino recuerda que su compañero no lo podía creer y que los acompañantes de la columna se quedaron atónitos por verlo completamente recuperado.

“Lloramos como niños chiquitos los dos y me dice Don Mundo, no le vayas a decir esto a nadie, pero no hubo necesidad porque cuando se acercó a la comunión todos los peregrinos se asombraron de verlo sin su boca chueca, ese es el más palpable milagro que he podido presenciar”, subrayó.

Morales Barcenas, de oficio carpintero, apuntó que desde esa ocasión, él y su familia se encomiendan a la Santísima Morenita para que nunca les falte salud.

Con una cruz de madera colgada de su cuello y una alegría que ilumina su rostro, el sanjuanense transmite esa emoción y devoción que tiene por la Virgen del Tepeyac, al expresar que su mayor motivación es que su familia y seres queridos lo apoyan en cada uno de sus viajes.

En esta ocasión el peregrino realizará su caminata sin algún pariente cercano, sin embargo asevera que dentro de cada columna se tiene a un hermano de fe, que siempre está para apoyar.

“Es mi primer año que vengo solo, por eso hace rato se me salieron las de San Pedro, vengo solo, mis nietos caminaron hace dos años y me seguirán acompañando”, expresó con voz entre cortada.