De acuerdo con Fiorella Fenoglio Limón, arqueóloga del INAH Querétaro, la última sustracción fue en el mes de diciembre y se estima que el monto de lo robado ascienda al millón de pesos.
Refirió que durante el mes de diciembre se realizó una rehabilitación a la zona, sin embargo, dos semanas después fue el robo, por lo que se levantó la denuncia ante las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), ya que se llevaron parte de la estructura.
Dijo que este tipo de delito es federal y penal, sin embargo, en muchas ocasiones los procesos no avanzan y se estancan, por lo que con la última denuncia se buscará reactivar las anteriores.
“Los últimos trabajos de excavación que hicimos en El Rosario en los meses de noviembre y diciembre, fueron principalmente intervención de mantenimiento mayor, (…) desgraciadamente después de que dejamos el sitio perfecto, dos semanas después recibimos el saqueo”, aseveró.
Asimismo, indicó que las intervenciones que se hacen en la zona, principalmente se trata del daño que ocasionan los ciudadanos o los jóvenes, por lo que durante este 2018 se hará una campaña de concientización para su cuidado.
Expresó que la temporada de campo del INAH será en agosto, septiembre y octubre, posterior a la temporada de lluvias, a efecto de continuar las excavaciones, mientras tanto se hacen visitas periódicas.
Señaló que las multas económicas que establece la ley por este tipo de delitos, son altas y dependen del daño causado, además de que en caso de no contar con el recurso para pagar las afectaciones se imponen sanciones y penas de cárcel.
“Estamos trabajando en una vinculación social y de trabajo con los niños y jóvenes, (…) las sanciones van desde una multa y depende del daño, entonces quien incurre tiene de dos, pagar la restitución o reposición de daños o pasarla en prisión”, concluyó.