Se resaltó que fueron dos las finalidades de este organismo, siendo la primera generar un movimiento que le diera atención a quienes sufrían durante la batalla de Solferino.
La segunda, es generar un derecho internacional y humanitario en el cual se diera la protección a toda persona o ejercito que no pueda combatir, siendo lo que orilló a la creación de la Cruz Roja.
Estuvieron presentes Eugenio Demeneghi, presidente del Consejo Directivo Local de Cruz Roja San Juan del Río; Ana María Rivero, coordinadora de Damas Voluntarias y Antonio Espíndola, técnico coordinador del área de capacitación.
Ante esto, Demeneghi felicitó y agradeció a todos aquellos que han perseverado y prestado sus servicios, esperando que “dentro de 25 o 30 años sigan entregándoles reconocimientos”.
El presidente del Consejo recordó al fundador de la Cruz Roja, Jean-Henry Dunant, quien heredó el lema “siamo tutti fratelli”, que significa “seamos todos hermanos”.
“Yo espero que dios me conceda vida para ver el momento en que en lugar del ‘siamo’ se convierta en ‘semo’ ‘somos todos hermanos’”, refirió.
Reconoció a los socorristas, especialmente a los de la Cruz Roja y a aquellos que “se nos adelantaron en el camino”, asegurando que probablemente estén haciendo alguna asistencia en el paraíso.
Eugenio Demeneghi añadió que, aunque sea el Día del Socorrista, todos aquellos que apoyan a que se atienda una emergencia, los que contribuyen con recursos o material, médicos, enfermeras, damas voluntarias, juventinos y demás también lo son. “¡Todos somos socorristas!”, concluyó.