La Habana, marzo (SEMlac).- Trabajo comunitario, transformación personal, mirada interseccional, autonomía sobre los cuerpos y una política desde la solidaridad y los afectos son algunas de las contribuciones de mujeres y colectivos LGBTIQ a las luchas emancipadoras en la región.
El XV Taller Paradigmas Emancipatorios, realizado en La Habana del 27 al 29 de febrero, puso en el centro estos aportes desde las voces de productoras, agrónomas, militantes feministas, activistas, académicas, lideresas comunitarias, representantes de organizaciones y movimientos sociales de Cuba y América Latina.
Coordinado por el Grupo América Latina, Filosofía Social y Axiología (Galfisa) del Instituto de Filosofía y el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., el encuentro se realiza cada dos años en Cuba, desde 1995.
En su apuesta por ser un espacio para reflexionar y dialogar sobre la realidad latinoamericana y caribeña, Paradigmas ha logrado transversalizar voces de mujeres y apuestas feministas sobre la transformación social y los procesos emancipatorios.
"Para transformar necesitamos partir de nosotras mismas", dijo Yunelkis Rivero Mayedo en el panel "Cuba, rostros de mujeres".
Rivero Mayedo y participantes de varias provincias del país compartieron historias de transformación personal que hablan del apoyo de la familia, pero también de los estereotipos machistas en el ámbito agrícola, del racismo, la violencia y la desigualdad de género que aún perviven en la nación del Caribe.
Los testimonios resaltaron la importancia de acceder a espacios de formación en género, además de la necesidad de conocer y conectar con otras mujeres y redes comunitarias.
"Podemos contar con una red de apoyo que no identificamos hasta que no estiramos la mano. Esa red de mujeres nos permite saber que sí se puede y echar pa'lante", afirmó Yolexis Hernández, productora agrícola en La Habana.
Conectar la labor comunitaria con las instituciones y llevar a los espacios de decisión la perspectiva de género y feminista en beneficio de las comunidades son aportes que, desde Cuba, se pueden hacer a la región, opina la filósofa feminista Georgina Alfonso.
"Las mujeres llegan a las instituciones y las ponen en función de la comunidad y la emancipación, en nuestro caso no llegan solas, cuentan con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, algo que no se da en América Latina", declara Alfonso a SEMlac.
Incluso, ellas tienen que luchar en esos espacios que aún tienen una lógica racista, patriarcal y discriminatoria, pero no se quedan al margen de sus organizaciones y movimientos. "Y tampoco abandonan a sus comunidades; para las cubanas la comunidad es muy importante", agrega Alfonso.
En el diálogo regional que propuso la XV Edición de Paradigmas Emancipatorios, fueron visibles diversas miradas en la lucha anticapitalista, contra el patriarcado, el colonialismo y a favor del cuidado del medio ambiente.
Para María Dolores Marroquín, activista guatemalteca, mirar hacia la subjetividad es uno los aportes más importantes desde las teorías feministas.
"Uno de los elementos principales, aunque no el único, es la valorización de la experiencia y la subjetividad de las mujeres", dice Marroquín a SEMlac.
"Otro de los aportes viene de cuestionar la manera de pensar y las categorías que utilizamos y entonces elaborar otras que nos permitan entender la realidad desde otro lugar y, así, visibilizar y desnaturalizar cosas que damos por sentadas", afirma la investigadora y comunicadora feminista.
Desde otro lugar, también proponen ver la lucha antihegemónica Loan Tran de Rising Majority (Mayoría que se levanta) y Samudra Randazzo de Grassroots Global Justice Aliance (Alianza de Justicia Global de Base), dos organizaciones estadounidenses presentes en el encuentro.
"El punto álgido o central de la opresión que enfrentan las personas con identidad no binaria se enfoca en una experiencia que es muy humana y es el amor. Para construir una identidad que sea capaz de resistir la opresión, se tiene que vivir en una práctica del amor. Creo que esta es nuestra primera contribución", opina Loan Tran.
Para Loan, una política desde el amor abraza la interseccionalidad de las luchas y va más allá de alcanzar derechos que, si bien son imprescindibles, no garantizan la superación de los sistemas de opresión.
Por su parte, Samudra Randazzo considera que romper con la dualidad del género y las prácticas de un mundo donde todo se posiciona en los extremos y faltan los matices, también contribuye al empoderamiento.
"Las comunidades han reconfigurado la concepción del espacio del hogar y la concepción de la familia y la estructura familiar. Aportamos cómo crear comunidades seguras, con personas que se cuidan mutuamente y creando vidas sostenibles a través de la esa solidaridad", asegura Randazzo.