El trato que recibe Assange, actualmente en prisión en Reino Unido y amenazado con ser extraditado a Estados Unidos por acusaciones de espionaje, está poniendo su vida “en peligro”, denunció Melzer en un comunicado publicado en la Oficina del Alto Comisionad de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Luego de visitar a Assange en una prisión de Londres, en mayo pasado, junto con un equipo de médicos, el relator de las Naciones Unidas aseguró que Assange mostró "todos los síntomas típicos de la exposición prolongada a la tortura psicológica, así como ansiedad crónica y traumatismos psicológicos intensos”.
“A menos que Reino Unido cambie urgentemente de rumbo y mejore su situación humanitaria, la exposición continua del señor Assange a la arbitrariedad y a los abusos podría costarle pronto la vida", advirtió.
Además, recomendó a la justicia británica prohibir la extradición del periodista australiano a Estados Unidos y devolverle su libertad para que pueda recibir atención médica.
Indicó que Assange "continúa estando detenido en condiciones de opresión, aislamiento y vigilancia que no se justifican por su condición de detenido".
El relator denunció que a pesar de la "urgencia médica" señalada en sus apelaciones y la "gravedad de las presuntas violaciones", Reino Unido no ha tomado ninguna medida, violando el derecho internacional.
El fundador de WikiLeaks se enfrentará el 25 de febrero próximo a una audiencia de extradición a Estados Unidos, país que lo reclama por la filtración de miles de documentos secretos en su portal, cargos que pueden suponer una condena de hasta 170 años de prisión.
Según la denuncia de Estados Unidos, Assange habría participado en actividades informáticas en complicidad con la exagente de inteligencia del Ejército estadunidense, Chelsea Manning, quien suministró a WikiLeaks miles de documentos clasificados, entre ellos datos sobre las guerras en Afganistán e Irak.
Assange se había refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde junio de 2012 hasta el pasado 11 de abril, cuando las autoridades de Ecuador decidieron retirar su asilo diplomático debido a las violaciones de convenciones internacionales y protocolo de convivencia.
Una vez expulsado, Assange fue arrestado por la policía británica y ahora permanece ingresado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en espera de su posible extradición a Estados Unidos.