La huelga afectó además a las torres de la catedral de Notre Dame, cuyo acceso fue cerrado este martes, así como al Panteón de París y al castillo de Vincennes, en las afueras de la capital francesa.
Los lugares cerrados son algunos de los más visitados o emblemáticos de la capital francesa y de sus alrededores.
Miles de personas visitan cada día el Palacio de Versalles, en las afueras de París, el segundo lugar más visitado de Francia, con un promedio de más de siete millones de turistas al año.
El Museo de Orsay es visitado por al menos tres millones de personas al año, por lo que se ubica en quinto lugar de visitas en Francia, mientras que el Arco de Triunfo de París rondó en 2015 los 1.7 millones de visitantes.
Los paros fueron convocados por los planes de recolocación de mil 500trabajadores del sector público, explicaron a la prensa fuentes sindicales.
Varios centenares de funcionarios franceses se concentraron en la mañana local ante el Museo de Orsay de París, especializado en pintura impresionista, para protestar por la reorganización que el gobierno galo niega.