“El 5 de noviembre de 1943, a las 8:05 p.m., un avión sin identificar lanzó cinco bombas de medio tamaño que impactaron en los Jardines Vaticanos, junto a los muros que miran a la colina del Gianicolo”, indicó este martes la agencia de noticias Aci Prensa, recordando los ataques.
Las bombas aéreas, agregó, explotaron en la estación de tren del Vaticano, en el taller de mosaicos, junto a la Basílica de San Pedro, y en una parte del Palacio del Governatorato, que entonces estaba destinado a fines residenciales, mientras que la quinta bomba no llegó a explotar.
“Los daños fueron considerables y causaron importantes pérdidas patrimoniales, sobre todo en el taller de mosaicos, donde se estaban restaurando algunos mosaicos de gran valor”, destacó.
En un artículo, la agencia Vatican News recogió las declaraciones del investigador Augusto Ferrara, quien en su libro “1943, bombas sobre el Vaticano” asegura que el objetivo de los ataques era interrumpir la emisión de Radio Vaticana.
“Este ataque no fue el único que sufrió la ciudad de Roma durante la Segunda Guerra Mundial. El 19 de julio de 1943, la capital italiana fue el objetivo de un ataque aéreo en el que participaron cientos de aviones aliados y que ocasionó alrededor de tres mil muertos y miles de heridos”, señaló.
En su reporte, Aci prensa subrayó que Papa Pío XII, junto con Giovanni Battista Montini –futuro Papa Pablo VI– no quiso permanecer ajeno al sufrimiento del pueblo romano y, cuando las bombas seguían explotando, salió a las calles de la Ciudad Eterna para consolar y ayudar a la gente.
“Pío XII repitió el mismo gesto durante un segundo bombardeo contra Roma el 13 de agosto de 1943, fecha en que, precisamente, estaba prevista una misa por los fallecidos en el ataque anterior”, apuntó.