Tegucigalpa, 22 Nov (Notimex).- El Valle de Ángeles es una comunidad de unos 25 mil habitantes, a solo 25 kilómetros de esta capital, con calles estrechas, famosa por sus artesanías en madera y un paisaje único que ofrecen sus pinares, que admiran cientos de turistas.
Sus calles son empedradas, estrechas, la mayoría de sus viviendas son de una sola planta, por lo que quienes visitan el lugar tienen la sensación que sus techos llegan al cielo, porque no hay grandes construcciones que cubran los paisajes que ofrece la naturaleza.
Los residentes del Valle de Ángeles mantienen las puertas de sus casas abiertas hacia las calles principales porque venden artesanías, hamacas elaboradas en el lugar, cofres y sillas mecedoras de madera, en otras solo cuadros de paisajes elaborados con pino o caoba.
En algunas de las viviendas se exponen carteras de piel, únicas en Honduras, y que son exportadas a varios países como Estados Unidos, elaboradas por artesanos del lugar.
La vicealcaldesa de Valle de Ángeles, Miriam Ponce, dijo a Notimex que la madera se trae de otras regiones del país, ya que en esta comunidad desde hace más de 10 años está prohibido cortar árboles, en especial pinos, que es el árbol nacional.
Por ello Valle de Ángeles es un lugar donde se respira paz y el aroma de los pinos.
Los restaurantes son al aire libre, ofrecen comida típica como tortillas con frijoles fritos, chorizos a la parrilla, sopa de mondongo, plátanos fritos y café tostado con azúcar negra, entre otros.
No hay delincuencia, los turistas son en su mayoría estadunidenses y europeos, caminan seguros por las calles de Valle de Ángeles.
En sus alrededores tienen sus casas de campo políticos y expresidentes que viven en la capital del país, pero los fines de semana visitan esta zona.
Sus calles son empedradas, estrechas, la mayoría de sus viviendas son de una sola planta, por lo que quienes visitan el lugar tienen la sensación que sus techos llegan al cielo, porque no hay grandes construcciones que cubran los paisajes que ofrece la naturaleza.
Los residentes del Valle de Ángeles mantienen las puertas de sus casas abiertas hacia las calles principales porque venden artesanías, hamacas elaboradas en el lugar, cofres y sillas mecedoras de madera, en otras solo cuadros de paisajes elaborados con pino o caoba.
En algunas de las viviendas se exponen carteras de piel, únicas en Honduras, y que son exportadas a varios países como Estados Unidos, elaboradas por artesanos del lugar.
La vicealcaldesa de Valle de Ángeles, Miriam Ponce, dijo a Notimex que la madera se trae de otras regiones del país, ya que en esta comunidad desde hace más de 10 años está prohibido cortar árboles, en especial pinos, que es el árbol nacional.
Por ello Valle de Ángeles es un lugar donde se respira paz y el aroma de los pinos.
Los restaurantes son al aire libre, ofrecen comida típica como tortillas con frijoles fritos, chorizos a la parrilla, sopa de mondongo, plátanos fritos y café tostado con azúcar negra, entre otros.
No hay delincuencia, los turistas son en su mayoría estadunidenses y europeos, caminan seguros por las calles de Valle de Ángeles.
En sus alrededores tienen sus casas de campo políticos y expresidentes que viven en la capital del país, pero los fines de semana visitan esta zona.