Se trata de un esfuerzo local por ayudar al medio ambiente, con la conciencia de que “tener demasiado de algo puede llevar rápidamente al desperdicio”, en particular cuando se trata de alimentos", afirma la gerencia del lugar.
El café Geelong está convirtiendo ese abundante producto de cosecha propia en un tipo de moneda, ya que sus clientes tienen la opción de intercambiarlo por frutas y verduras, y a su vez, los chefs incorporan lo que las personas proporcionan en su menú de temporada.
La gerente de la cafetería, Jaz Hobson, destacó que el concepto del trueque solía ser bastante normal ya que hace muchos años las personas intercambiaban bienes y en la actualidad bien podría ayudar para mitigar esta crisis climática.
“Recibimos tantas cosas inusuales”, dijo Hobson y recordó que un día un hombre llevó cidra, fruto que también se conoce como dedos de buda, “nunca lo había visto antes, fue increíble tener a alguien que está cultivando eso en su jardín y luego venir a compartirlo con nosotros. Le dimos café a cambio”.
La cidra, que crece en arbustos, tiene una pequeña cantidad de pulpa ácida y carece de jugo, pero su piel gruesa se puede caramelizar o bien usarla como condimento.
"El intercambio de alimentos ha estado funcionando bien durante un par de años y la calidad de los productos orgánicos de cosecha propia siempre ha sido excelente; la cafetería no acepta productos en mal estado, así que no ha habido problemas de salud", destacó Hobson.
Los alimentos son más frescos que cualquiera que se pueda adquirir en el supermercado, “generalmente los frutos y las verduras los cortan y los traen el mismo día”, añadió la gerente, citada en reportes de la prensa australiana.
Uno de los clientes asiduos a la cafetería comentó que se dedica a la producción de pepinillos y mermeladas, así que a menudo le quedan frutas y pepinos, productos que intercambia por café, “no es tanto por tener un café gratis, sino ese lado social de contribuir a reducir el desperdicio de alimentos”.
Este permacultor dijo que la jardinería tiene muchos beneficios ambientales, incluida la cantidad de carbono almacenado en un suelo de buena calidad. “Si mejoramos nuestros suelos, realmente podemos mitigar el cambio climático y reducir las emisiones”, puntualizó.
“No diré que es algo fácil de hacer, cultivar tu propia comida requiere trabajo, pero hay muchos beneficios increíbles. Si todos comenzamos a hacerlo podemos hacer una diferencia y podemos comer comida deliciosa al mismo tiempo”, aseguró.