Las autoridades de protección civil actualizaron el reporte a 69 decesos luego que la noche del lunes en rueda de prensa en la sede de la Conred, encabezada por el presidente Jimmy Morales, se informó que la cifra oficial era de 65 fallecimientos y 46 heridos.
La explosión del coloso, situado entre los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, en el centro-sur del país, a unos 60 kilómetros de la capital, afecta a alrededor de dos millones de personas.
Según el más reciente balance de las autoridades, tres mil 271 personas fueron desalojadas de lugares de riesgo y unas dos mil son atendidas en albergues, en tanto que no se tienen datos sobre desaparecidos.
Las labores de rescate y búsqueda de sobrevivientes comenzaron esta mañana y se mantendrán hasta la tarde o mientras no se tenga lluvia, que dificulta el trabajo y pone en riesgo a los cientos de rescatistas y voluntarios, dijo el director de la Conred, Sergio Cabañas.
El funcionario afirmó que las labores continuarán mientras existan posibilidades de encontrar sobrevivientes, esperanza que se aleja al paso de las horas.
Dos días después de la erupción del volcán de Fuego, la segunda en el año y la más violenta en más de 40 años, continúa la caída de ceniza en la zona del desastre y llega hasta la capital.
El fuerte viento provoca que se levante la ceniza, desplazándose en varias direcciones, dijo el del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh, ente científico de la Conred), Eddy Sánchez.
En tanto, numerosos vecinos se han acercado con panes y atoles a la llamada “zona cero” para brindar alimento a los cientos de brigadistas y voluntarios que trabajan en la localización y rescate de sobrevivientes y víctimas de la erupción.