“La consolidación de la capacidad defensiva y de la seguridad nacional (…) frente a las amenazas externas fueron y serán nuestras tareas más importantes”, dijo Putin durante una reunión con los mandos del Ministerio de Defensa.
Resaltó la modernización de las Fuerzas Armadas en 2018, al señalar que “todos los tipos de tropas han tenido un desarrollo equilibrado y se equiparon con armas y material militar avanzado”.
Destacó que también se ha fortalecido de manera considerable la tríada nuclear, que desempeña un papel clave en la preservación de la paridad global. “El porcentaje de las armas innovadoras en la tríada nuclear rusa ascendió al 82 por ciento”, explicó.
Las armas más avanzadas de Rusia protegerán al país de la agresión y garantizarán la estabilidad en el mundo durante décadas, aseguró el mandatario ruso durante la reunión con la plana mayor del Ministerio de Defensa.
Asimismo, evocó el inicio de la producción en serie de los sistemas de misiles hipersónico Avangard, los ensayos exitosos de los misiles balísticos intercontinentales Sarmat y la puesta en servicio de los misiles hipersónicos Kinzhal y de los cañones láser Peresvet.
“Espero que nuestros nuevos sistemas hagan pensar a aquellos que están acostumbrados a una retórica militarista y agresiva”, aseveró, citado por las agencias locales de noticias Sputnik e Itar-Tass.
Respecto al Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) firmado en 1987 por los entonces presidentes Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, Putin destacó que cumple una función estabilizadora en el mundo, por lo que la intención de Estados Unidos de retirarse del pacto causa una seria preocupación.
“Este paso tendrá consecuencias negativas, debilitará de forma palpable la seguridad global y regional, y en un futuro podríamos enfrentarnos de hecho al deterioro o incluso destrucción de la arquitectura del control de armas en su totalidad”, alertó.
Advirtió que tomará medidas adicionales para reforzar su seguridad nacional si Estados Unidos se retira del tratado INF.
“En caso de que Estados Unidos rompa el tratado, nos veremos obligados a tomar medidas adicionales para reforzar nuestra seguridad, si bien Rusia está abierta a cualquier propuesta e iniciativa encaminada a prevenir una nueva carrera armamentística, en beneficio no solo de Rusia, sino del mundo”, enfatizó.
El pasado 20 de octubre, el presidente estadunidense anunció que su país abandonará el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, alegando que Rusia lo viola, y más tarde dijo que Estados Unidos aumentará sus capacidades nucleares hasta que otros países como Rusia y China “entren en razón”.
El INF fue el primer acuerdo de reducción nuclear soviético-estadunidense que obligaba a ambas naciones a eliminar sus misiles balísticos y de crucero nuclear o convencional.
El tratado, que prohíbe la fabricación y uso de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y cinco mil 500 kilómetros de alcance, había puesto fin a la crisis desatada en la década de 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares, que apuntaban a Occidente.