“No entendemos en qué se fundamentan esas acusaciones, que son bastante graves y que no pueden hacerse sin presentar pruebas”, dijo el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, a medios locales.
El presidente de la firma estadunidense, Brad Smith, vinculó al gobierno ruso con un grupo de hackers que presuntamente intervinieron en los comicios presidenciales de 2016 en Estados Unidos, además aseguró que se detectan intentos de Rusia para interferir en las elecciones al Congreso de noviembre próximo.
“No entendemos de qué está hablando, cuáles son sus pruebas y en qué se fundamenta para sacar conclusiones de este tipo”, insistió Peskov al comentar las declaraciones de Smith.
Asimismo, se preguntó qué tiene que ver la inteligencia militar rusa con esos “hackers” cuando "de Estados Unidos recibimos confirmaciones de que no hubo ninguna injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadunidenses", según la agencia local de noticias Sputnik.
Por su parte, fuentes diplomáticas comentaron a la agencia Interfax que “Microsoft está participando en juegos políticos” y se comporta “no como un actor empresarial, sino como un fiscal”, pues “no ha habido elecciones y ya hay acusación”.
Poco antes, la empresa Microsoft anunció que ha cerrado al menos cinco sitios web falsos, incluidos algunos pertenecientes al Senado de Estados Unidos, creado por un grupo de piratas informáticos vinculados supuestamente con el gobierno ruso.
Según la compañía, dichos sitios online fueron creados por el grupo de hackers APT28, que ha sido públicamente vinculado a una agencia de inteligencia rusa e interfirió activamente en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
El Congreso de Estados Unidos está investigando la supuesta injerencia de Rusia en esos comicios de 2016, mientras el Buró Federal de Investigaciones (FBI) también lleva a cabo una pesquisa sobre la presunta colusión entre el equipo de campaña del presidente Donald Trump y Rusia.
El gobierno ruso siempre ha rechazado las acusaciones en su contra, las califica de absurdas y asegura que son un intento de distraer la atención del público estadunidense de otros asuntos internos.