"La Unión Europea y Reino Unido han acordado intensificar las negociaciones durante los próximos días", informó la Comisión Europea en un comunicado, en el que reafirma que el bloque europeo mantiene su posición y sigue viendo necesario que la alternativa a la salvaguarda irlandesa sea creíble y operativa.
Se trata de un nuevo esfuerzo que lleva las conversaciones a una última fase conocida como "túnel", que supone que las partes se concentran sin filtraciones, ni consultas externas, en la tarea de detallar los términos de un acuerdo.
El negociador en jefe de la UE, Michel Barnier y su colega británico, Stephen Barclay, celebraron este viernes una reunión “constructiva” en Bruselas, en el marco del inicio de una nueva e intensa ronda de negociaciones.
Barnier reiteró la determinación del bloque por hallar una solución a tiempo y resaltó que en los últimos contactos ha visto un "interés genuino" en el gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, para salvar los últimos escollos.
“Sean pacientes”, dijo Barnier a la prensa al salir de la reunión para informar a los 27 Estados que seguirán en la UE. “El Brexit es como subir una montaña. Necesitamos vigilancia, determinación y paciencia”.
La intensificación de las negociaciones sigue después de que los primeros ministros de Reino Unido e Irlanda (Leo Varadkar) aseguraron que habían hallado “un camino” hacia un posible acuerdo sobre el Brexit.
Poco antes, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo desde Nicosia que había recibido “señales prometedoras” por parte del primer ministro irlandés sobre la posibilidad de lograr un pacto.
El primer ministro británico ha dejado claro que quiere sacar a Reino Unido de la UE el 31 de octubre, con o sin un acuerdo, y que prefiere “morir en una zanja” que pedir una nueva prórroga del Brexit, tras las de marzo y abril.
La nueva legislación, introducida en el Parlamento por el diputado laborista Hilary Benn, establece que Johnson tiene hasta el 19 de octubre próximo para aprobar en el Parlamento un eventual acuerdo con la UE, de lo contrario debe pedir un retraso del Brexit de tres meses, hasta el 31 de enero de 2020.
El Brexit debía haberse llevado a cabo el 29 de marzo, sin embargo, tuvo que ser postergado hasta el 31 de octubre ante la falta de acuerdo en el Parlamento británico sobre el plan que la ex primera ministra Theresa May había alcanzado con la UE.
Casi un 52 por ciento de los votantes británicos apoyó el Brexit en un referéndum celebrado en junio de 2016, pero tres años después Reino Unido sigue sin encontrar la manera de consumar su salida de la UE.