“Parece el encadenamiento de circunstancias accidentales trágicas”, dijo en conferencia de prensa Putin, quien pidió no comparar el incidente con el derribo de un caza ruso por parte del ejército turco en noviembre de 2015, que provocó una grave crisis diplomática.
Explicó que en aquel entonces “un caza turco derribó deliberadamente nuestro avión, sin embargo, esta vez parece más bien una cadena de trágicas circunstancias, porque el avión israelí no derribó al nuestro deliberadamente”.
En cualquier caso, Putin subrayó la necesidad de esclarecer las circunstancias del incidente y ofreció sus condolencias a los familiares de los 15 militares fallecidos en el derribo del aparato, según la agencia de noticias Sputnik.
“Cuando mueren personas, especialmente en condiciones tan trágicas como esta, siempre es una tragedia para todos nosotros, para el país y para sus seres queridos”, dijo en rueda de prensa conjunta con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
En cuanto a la respuesta de Rusia por el derribo del avión, Putin anunció que reforzará la seguridad de los militares y las instalaciones rusas en Siria, lo que se traducirá en “pasos que todos notarán”.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció que un avión IL-20 con 15 militares rusos a bordo fue derribado por un misil antiaéreo disparado por la defensa antiaérea siria, después de que los pilotos israelíes lo utilizarán como escudo, provocando su caída.
El avión, que regresaba a la base aérea rusa de Hmeymim, desapareció anoche de los radares justo cuando cuatro cazabombarderos israelíes llevaban a cabo un ataque sobre posiciones en la provincia siria de Latakia, sin que Rusia fuera advertida de esa operación.
El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, acusó a Israel de haber expuesto su avión a un ataque de la defensa antiaérea de Siria y afirmó que la culpa del derribo del aparato “recae por entero” sobre Tel Aviv.
“La acción irresponsable de Israel ha conducido a una peligrosa situación, en la que Rusia se reserva el derecho a tomar las medidas apropiadas”, dijo Shoigu después de mantener una conversación telefónica con su colega israelí, Avigdor Lieberman.
En un inusual reconocimiento público de su intervención militar en Siria, el Ejército de Israel admitió su participación en el ataque a Latakia, en el que el avión ruso fue derribado, pero expresó su pesar por la muerte de sus tripulantes, además consideró responsable del incidente al régimen de Bashar al Assad.