En una carta enviada este miércoles a los 28 Estados miembros de la UE, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hizo la solicitud de cara a la cumbre que celebrarán en Bruselas este jueves y viernes.
El líder europeo sostiene que esa es “la manera más efectiva de detener los flujos y poner fin a la trágica pérdida de vidas” en el mar Mediterráneo, principal ruta de inmigración ilegal hacia la UE.
“Nuestro objetivo debe ser romper el modelo de negocios de los traficantes”, aboga en la misiva.
Tusk defiende que las llamadas “plataformas de desembarco” sean gestionadas en conjunto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para la Migración (OIM).
En esos locales, los inmigrantes rescatados serían seleccionados entre quienes tienen derecho a protección internacional y serían reubicados en algún país europeo y entre aquellos que migraron por motivos económicos y serían repatriados a su país de origen.
“Una condición previa para una auténtica política migratoria de la UE es que los europeos decidan efectivamente quién entra en el territorio europeo. El fracaso para lograr este objetivo sería, de hecho, una manifestación de nuestra debilidad y, sobre todo, podría crear la impresión de que Europa no tiene una frontera externa”, advirtió.
La idea cuenta con el apoyo del nuevo gobierno nacionalista de Italia, que desató una nueva crisis política en Europa al rechazar abrir sus puertos a buques humanitarios que se dedican al rescate de migrantes, como el Aquarius.
Por su parte, Francia aboga por que las plataformas sean ubicadas en el territorio europeo, aunque no precisa en qué país.
Italia es, junto con Grecia, el primer puerto de entrada de los inmigrantes indocumentados en la UE, una situación que el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, prometió cambiar.
Más allá de la cuestión del desembarco, Tusk también pedirá a los 28 Estados miembros de la UE más recursos para financiar programas contra la inmigración irregular y las actividades de la guardia costera de Libia.
“Necesitamos un instrumento presupuestario flexible y gestionado por los responsables de migración, dado que son los únicos capaces de garantizar una cooperación efectiva con los países de origen y tránsito”, escribió en su carta.
El líder europeo alertó a sus socios de la urgencia de “mostrar determinación en nuestras acciones encaminadas a restaurar la sensación de seguridad” como piden los ciudadanos.
“Más y más personas están empezando a creer que solo autoridades fuertes, anti-europeas y anti-liberales, con una tendencia hacia el autoritarismo, son capaces de parar la oleada de migración ilegal”, observó.
Si logran convencer que solo ellos pueden ofrecer una solución efectiva a la crisis migratoria, lograrán convencer a las personas sobre cualquier cosa que ellos digan. "Los riesgos son muy altos. Y el tiempo es corto”, añadió.
Por otra parte, Tusk reconoce que los flujos ilegales hacia la UE han caído un 96 por ciento desde la crisis de refugiados de 2015.
De hecho, en 2017, el bloque registró la entrada de 171 mil 190 sin papeles, menos que los 215 mil 770 anotadas en 2014, año previo a la crisis.
En lo que va de año, 43 mil 694 migrantes entraron en forma indocumentada en la UE, segundo los datos de junio del ACNUR.