Los legisladores alemanes votaron al término del debate dando a conocer su identidad: 372 parlamentarios votaron en favor del Pacto, 153 lo rechazaron y 141 se abstuvieron.
El apoyo del Bundestag es un hecho sobresaliente porque Alemania aún experimenta los efectos de la migración masiva que tuvo lugar a partir de septiembre de 2015 y que ha estado a punto de derribar al gobierno de la canciller federal, Angela Merkel.
En el segundo semestre de 2015 entraron al país cerca de un millón de refugiados. Si bien muchos alemanes empezaron de inmediato a ayudar a los inmigrantes, muchos otros empezaron a atacar al gobierno por la decisión de abrir fronteras.
De ese profundo descontento se alimentó el nuevo partido político, Alternativa para Alemania (AfD), que en las elecciones generales de septiembre de 2018 se convirtió de la nada en la tercera fuerza electoral en el país, y tiene la tercera fracción parlamentaria más grande. Algunos de sus miembros son pronazis.
El Parlamento expresó su satisfacción por el pacto elaborado por la comunidad internacional, que deberá contribuir a que la migración se lleve a cabo en orden, en forma coordinada y limitada.
Consideró que el contenido de ese pacto recomienda un trato coherente con los derechos humanos para los migrantes en el mundo y destacó que "no tiene el efecto de que modifique el derecho (alemán) o imponga cambios".
Así quedó asentado en el Protocolo acordado entre las fracciones legislativas de los tres partidos de la coalición gobernante:Unión Demócrata Cristiana (CDU), Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU).
Las leyes alemanas como el Derecho de Extranjería y el Derecho Social siguen vigentes y completamente válidas, señalaron los legisladores de la coalición de gobierno.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, defendió el pacto durante su paticipación en el debate parlamentario.
Los derechos soberanos de Alemania "no son limitados por el pacto ni tampoco están siendo trasladados“ (a alguna otra instancia). Este acuerdo es la respuesta de la comunidad internacional a un desafío que no se puede solucionar sólo a nivel nacional", declaró.
Maas apuntó que es la primera vez que hay una declaración de intención conjunta a nivel internacional que plantea metas comunes y una regulación de la inmigración irregular. "La consecuencia no es más migración, sino que exista menos migración en el mundo", dijo.
Las fracciones parlamentarias de la CDU, CSU y del SPD, emitieron una declaración en la que se destacó que con "el pacto no se pone a disposición la soberanía de Alemania".
Durante el debate, los parlamentarios de los partidos de la coalición (CDU, SPD y CSU), los Verdes, los del partido La Izquierda y los del Partido Liberal (FDP) defendieron el pacto, frente a las críticas del partido populista de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD).
Parlamentarios de AfD declararon que el pacto "no es sino una invitación irresponsable para que tenga lugar una migración mundial hacia Alemania y sin que se fije un tope", en el número de migrantes que el país puede recibir e integrar.