Unos 32.000 vacunadores administrarán las gotas que previenen contra esta enfermedad a niños menores de cinco años en zonas del país donde la circulación del virus es muy alta, como Karachi (sur) o Quetta (oeste), dijo a Efe un portavoz del programa de la Erradicación de la Polio, Mohamed Safdar.
La campaña de vacunación se paralizó a finales de marzo en Pakistán debido a la epidemia del coronavirus, que hasta ahora ha causado 260.312 contagios confirmados y 5.599 muertes en el país asiático.
Esa paralización ha provocado que "el país se enfrente a una amplia circulación del virus" de la polio.
"No podíamos esperar más. No se puede poner en riesgo a los niños con una enfermedad que puede tener impacto en ellos el resto de sus vidas", indicó Safdar.
Así, los equipos de vacunación usarán máscaras, productos de limpieza de manos y se les tomará la temperatura para evitar posibles contagios del coronavirus.
Además, mantendrán la distancia con las familias de los niños y serán los padres quienes les abran las bocas para administrar las gotas.
Pakistán es el epicentro mundial de la poliomielitis con 59 casos en lo que va de año. En 2019, registró el 83 % de los contagios mundiales de esta enfermedad con un total de 147.
El vecino Afganistán es el otro país donde la polio continúa siendo endémica.
Pakistán se enfrenta a la creencia extendida entre los padres de que la vacunación es un acto "antislámico" o que se trata de una campaña occidental para controlar la natalidad de los musulmanes ya que suponen que provoca infertilidad.
Por ello son habituales los ataques de islamistas contra los equipos de vacunación.