En una reunión del Consejo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su más alta autoridad, la alianza volvió a expresar su “profunda preocupación” con lo que, de confirmarse, sería el primer ataque con un agente nervioso en un país aliado desde la creación del organismo, en 1949.
“Los aliados coinciden en que el ataque es una clara violación de las normas y acuerdos internacionales”, afirmaron en un comunicado, reiterando su solidaridad con Reino Unido y ofreciendo ayuda para la investigación.
Para aclarar el caso, las autoridades rusas deben “revelar a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) el programa completo de desarrollo del “Novichok””, sostienen los aliados.
La constatación de que esa ha sido la sustancia que envenenó al exespía Sergei Skripal, de 66 años de edad, y su hija Yulia, de 33, confirma las sospechas de que Rusia estaría atrás del ataque, ocurrido en la localidad de Salisbury, al sur de Inglaterra.
Las dos víctimas siguen ingresadas en estado grave, aunque estable.
También el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, apuntó a Rusia como probable responsable del ataque.
El tema será incluido en la agenda de la próxima cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE, a celebrarse el 22 y 23 de marzo, anunció.
Reino Unido dijo a sus aliados que encara el caso como “un ataque indiscriminado e imprudente” contra el país, “poniendo en riesgo las vidas de civiles inocentes”.