"Los niños acusados de afiliación con EI están siendo detenidos, torturados y procesados, independientemente de su nivel real de participación en el grupo", dijo Jo Becker, director de defensa de los derechos de los niños de Human Rights Watch.
"Este enfoque amplio y punitivo no es la justicia, y creará consecuencias negativas de por vida para muchos de estos niños", apuntó en un informe de 53 páginas, publicado este miércoles.
Los niños iraquíes que han sido arrestados por presunta participación apuntan que, una vez liberados, tienen miedo de ir a casa porque su arresto los marca como integrantes de EI y los hace vulnerables a los ataques de venganza.
Los menores detenidos por el Kurdistán señalaron que temían que las fuerzas federales iraquíes volvieran a arrestarlos si regresaban al territorio controlado por Bagdad. Este estigma puede llevar a la separación permanente de su familia y comunidad, según HRW.
Estimó que las autoridades iraquíes y del Kurdistán detuvieron a unos mil 500 niños por presunta afiliación al EI a finales de 2018, mientras que unos 185 niños extranjeros fueron condenados por cargos de terrorismo y sentenciados a penas de prisión, según las autoridades del gobierno iraquí.
“Una vez que los niños son arrestados, las fuerzas de seguridad a menudo los torturan para confesar. Unos 19 de 29 niños y jóvenes detenidos por el Kurdistán informaron que habían sido torturados, incluidas golpizas con tubos de plástico, cables eléctricos o varillas; descargas eléctricas; y ser forzado a posiciones de estrés”, apuntó el informe.
“Si bien las leyes iraquíes y de Kurdistán requieren que las autoridades brinden acceso a abogados legales a los acusados, la mayoría de los niños dijeron que no sabían si tenían un abogado, y que sus audiencias y juicios no duraron más de cinco o 10 minutos”, puntualizó.
Según HRW “en Irak, a veces se detiene a niños con adultos en condiciones de hacinamiento severo e insalubres, sin acceso a educación, rehabilitación o contacto con sus familias”.
“Los niños recluidos en el reformatorio para mujeres y niños en la región de Erbil reportan mejores condiciones, incluida la buena comida y la separación de los adultos detenidos. Sin embargo, los niños sospechosos de la asociación con EI no reciben educación”, mencionó.
Además “están confinados en sus habitaciones hasta 48 horas seguidas y se les niega las llamadas telefónicas con sus familias durante la detención preventiva. Algunos también informan que los guardias reformatorios los golpearon por percibir mal comportamiento”.
Exhortó al gobierno iraquí y al Kurdistán a enmendar las leyes antiterroristas para poner fin a la detención y el enjuiciamiento de niños exclusivamente por ser miembros de EI, reconociendo que el derecho internacional prohíbe el reclutamiento de niños en grupos armados.
Además pidió la libertad de todos los niños que no hayan cometido otros delitos y garantizar su rehabilitación y reintegración.
“Los niños que pueden haber cometido otros delitos violentos deben ser tratados de acuerdo con las normas internacionales de justicia juvenil. Las autoridades también deben poner fin a todo uso de tortura, investigar a los responsables y responsabilizarlos”, puntualizó.