Ciudad del Vaticano, 20 Sep (Notimex).- Un coro de niños tlaxcaltecas conquistó hoy al Papa Francisco en las escalinatas de la Plaza de San Pedro al cantar para él la tradicional melodía del Cielito Lindo en lengua otomí.
Los infantes, de entre seis y 14 años, estuvieron acompañados por una guitarra y mostraron sus talentos al finalizar la audiencia pública semanal en la cual participaron miles de personas, muchas de ellas procedentes de México.
“Es un regalo del cielo, el Papa estuvo cerca de los niños, oró con ellos por el acontecimiento terrible que estamos pasando todos los mexicanos. Luego los felicitó, les dijo que cantan muy bonito y uno de los niños le explicó que las canciones son en otomí, la lengua indígena”, contó Eloy Romero Vázquez.El representante del coro “Voces Yumhu” explicó que, si bien el grupo está compuesto por 26 integrantes, sólo 18 pudieron emprender el viaje mientras el resto debió permanecer en México por “cuestiones de papeles”.
Todos ellos provienen del Ixtenco, un pequeño municipio ubicado en el altiplano tlaxcalteca, con una población de apenas seis mil habitantes pero “con un gran sentido de preservación de la cultura y la lengua otomí”.
No sólo el Papa pudo admirar las armoniosas voces, también los feligreses presentes en San Pedro aplaudieron y ovacionaron a los niños quienes se convirtieron, al menos por un rato, en el centro de la atracción.
De hecho, al abandonar la plaza vaticana eran saludados a su paso y algunas personas les manifestaban su solidaridad por el terremoto que la víspera sacudió varios estados del centro del país.El coro tuvo la oportunidad de cantarle al Papa gracias a la embajada de México ante la Santa Sede, ya que su viaje a Roma incluye un concierto que ofrecerán este jueves 21 de septiembre en la Basílica San Andrés del Valle al cumplirse 25 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales.
Uriel Ángel Velázquez, de 13 años y uno de los integrantes del grupo, expresó su emoción por su encuentro con Francisco y aseguró que le fue “muy agradable” ver que él “se dirigió a nosotros con mucho respeto”.
Autodeclarado “orgullosamente del municipio de Ixtenco”, en declaraciones a Notimex confesó haber vivido “una experiencia muy bonita” al poder estar cerca de un líder mundial y por ello declaró su felicidad.
“(Cuando me dijeron que iba a cantarle al Papa) no lo creí, pero ahorita que estamos aquí me estoy divirtiendo en Roma. Mis compañeros están muy emocionados y muy agradecidos con la gente que nos ha apoyado porque gracias a ellos cumplimos este viaje”, señaló.
“El otomí, que es nuestro idioma maternal, es muy hermoso y es muy agradable para nosotros saber que estamos contribuyendo a salvar a una cultura, al salvar una cultura se engrandece tu conocimiento y ese conocimiento sirve para mejorar nuestra sociedad”, abundó.La historia de Uriel es doblemente especial porque además de cantar, a su corta edad ha podido aprender de dos venerables otomíes de su comunidad la técnica para la traducción de canciones y hasta él mismo escribió una canción dedicada al guerrero tlaxcalteca.
Por ello Eloy Romero Vázquez destacó el esfuerzo de los niños quienes dedican dos o tres horas después de sus lecciones escolares para ensayar.
“Este coro tiene aproximadamente tres años de fundado gracias a una asociación de padres de familia que se preocupó por la preservación y el rescate de la cultura. Se reúnen los padres y encaminan a los niños verdaderamente, eso es parte importante de su éxito en el canto”, estableció.
Niños cantores otomíes conquistan al Papa Francisco
20
de Septiembre
de
2017
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