Neoyorquinos que nunca habían recurrido al ocultismo ahora buscan orientación espiritual aunque los psíquicos aseguran que era algo predecible.
La orden de quedarse en casa que vino con la pandemia, tras declarase el estado de emergencia en marzo, no fue un problema para psíquicos como Betsy LeFa, que se mudó al norte del estado durante la crisis, pero ha continuado ofreciendo sus servicios con ayuda de la tecnología, viendo un alza en consultas pese a que cobra 997 dólares por una hora de orientación.
"Cuando hay un gran cambio en el mundo, o más incertidumbre en el mundo, es cuando la gente busca más certeza", dijo LeFa al diario New York Post. "Todos ahora quieren más certeza, y es entonces cuando la gente tiende a recurrir a los psíquicos", afirmó al rotativo.
Kathleen Lee ha dedicado tres décadas a este oficio, en los que en su mayoría ha atendido a turistas que visitan el popular East Village en Manhattan.
Sin embargo, ante la ausencia de turistas debido a la pandemia, asegura que los lugareños, desesperados por encontrar su camino en esta "nueva normalidad" son ahora sus nuevos clientes.
"En mis 30 años nunca había tenido tantos clientes de la misma cuadra o del mismo vecindario", aseguró.
La misma experiencia ha tenido Marion Hedger que asegura que entre sus nuevos clientes ha contado con médicos y otros profesionales de la salud y que ha visto un alza en sus ganancias semanales de 1.000 antes de la pandemia a los actuales 2.000 dólares.
Una pregunta básica en general ha sido cuándo podrá volver la normalidad a sus vidas: si podrá pagar el alquile de su hogar o si sus hijos volverán a la escuela, señala además el diario neoyorquino.
Pero, los neoyorquinos también han estado preocupados por el amor, entre ellos matrimonios que han estado bajo estrés como resultado de la pandemia.
Incluso, Kim Allen reclama haber salvado algunas relaciones, brindando consejos a la pareja a través del teléfono y "mirando la verdad" en sus cartas del tarot.