Los manifestantes tiñen las calles de rojo contra la junta militar birmana

06 de Abril de 2021
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Bangkok, 6 abr (EFE).- Los manifestantes contra la junta militar de Birmania (Myanmar) pintaron de rojo este martes algunas calles de Rangún, la ciudad más poblada, para simbolizar la sangre vertida por las 570 víctimas mortales de la represión de los uniformados desde el golpe de Estado del 1 de febrero.

Los manifestantes cubrieron de pintura roja algunas aceras y carreteras de la antigua capital y dejaron marcas rojas con sus manos en las paredes de algunas estructuras, como las marquesinas de autobuses, según mostraron activistas en las redes sociales.

A esta forma de protesta se sumaron algunas manifestaciones, tanto en Rangún como en otras ciudades como Mandalay, según el portal Khit Thit Media, en algunos casos bajo la lluvia, que comienza a aparecer en el inicio de la temporada de monzones.

Según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) de Birmania, además de las 570 personas fallecidas por la represión de las fuerzas de seguridad, 2728 están detenidas y se ha emitido una orden de búsqueda contra otras 443.

Uno de los últimos detenidos es el cómico Zagana, arrestado esta mañana en el distrito Tamwe de Rangún, según el portal Khit Thit media.

El canal público MRTV, ahora controlado por los militares, ha publicado en los últimos días las órdenes de arresto contra decenas de personajes notorios, entre ellos actores, cantantes y periodistas, acusados de publicar mensajes de apoyo en favor del movimiento de desobediencia civil.

Los militares les acusan de tratar de desestabilizar el país a través de mensajes en las redes sociales que instan a los funcionarios a no acudir a sus puestos de trabajo; y publicar propaganda en favor del grupo de parlamentarios electos que se autodenomina "gobierno legítimo", calificado de "ilegal" por la junta militar.

La junta militar ya emitió dos semanas después del golpe ordenes de arresto contra varios directores y actores birmanos que apoyaron públicamente los movimientos de protesta contra la junta militar.

Los uniformados justifican el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015; elecciones que fueron consideradas legítimas por los observadores internacional.