Río de Janeiro, 27 ago (EFE).- Las reservas indígenas, con tan solo el 1,6 % de toda la deforestación sufrida por Brasil en los últimos 36 años, son las áreas mejor preservadas del país, según un estudio elaborado por la organización MapBiomas con la ayuda de imágenes de satélite e inteligencia artificial.
De acuerdo con esta plataforma multiinstitucional que reúne universidades, organizaciones no gubernamentales y empresas de tecnología, Brasil desforestó entre 1985 y 2020 cerca de 820.000 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, casi el 9,64 % de su territorio y un área equivalente a dos veces el tamaño de Paraguay.
Pero de toda esa extensión perdida solo 13.120 kilómetros cuadrados, el 1,6 % del total, estaba en reservas indígenas ya delimitadas o que están a la espera de ser delimitadas.
Ese reducido porcentaje demuestra la capacidad de preservación ambiental de las poblaciones indígenas, cuyos 488 territorios delimitados, según los datos del Gobierno, ocupan el 12 % de los 8,6 millones de kilómetros cuadrados del país.
"La mayor parte de las tierras indígenas preservó sus características originales en 36 años, lo que comprueba el valioso servicio ambiental que esas comunidades le prestan a Brasil", dijo en un comunicado MapBiomas, iniciativa que cuenta con el apoyo tecnológico de Google y tiene entre sus miembros a organizaciones ecologistas internacionales como WWF y Conservación Internacional.
La coordinadora científica de MapBiomas, Julia Shimbo, dijo a Efe que mientras que la deforestación sufrida por Brasil en 36 años solo afectó el 1,6 % de las reservas indígenas, ese porcentaje fue del 68 % en las tierras privadas.
"Las imágenes de satélite no dejan duda: quien mejor cuida la Amazonía son los indígenas", dijo el coordinador de MapBiomas, Tasso Azevedo.
De acuerdo con el estudio, entre 1985 y 2020 Brasil perdió 530.000 kilómetros cuadrados de selva, es decir el 12 % de su total de selvas y bosques; 210.000 kilómetros de vegetación de sabana (el 16 %) y 80.000 kilómetros cuadrados de otro tipo de vegetación natural (el 12 %).
En porcentajes, el área cubierta por selva en Brasil cayó desde el 52,8 % en 1985 hasta el 46,5 % en 2020, el área de vegetación de sabana se redujo desde 15,4 % hasta 13,0 % en el mismo período y el de otro tipo de vegetación natural desde el 7,5 % hasta el 6,6 %.
ÁREA DESTINADA A LA AGRICULTURA CRECIÓ UN 44,6 % EN 36 AÑOS
Tal área fue derribada principalmente para abrirle espacio a la agropecuaria, cuya área creció un 44,6 %, lo que terminó convirtiendo al gigante latinoamericano en uno de los mayores productores y exportadores de alimentos del mundo.
Mientras que el área destinada a pastizales para el ganado creció un 39 %, desde 1.114.900 kilómetros cuadrados en 1985 hasta 1.544.900 kilómetros cuadrados en 2020, una superficie equivalente a la de Mongolia, la destinada a la agricultura saltó un 190 %, hasta 557.200 kilómetros cuadrados, el tamaño de Kenia.
Actualmente el área destinada a la agropecuaria en Brasil equivale al 30,9 % del territorio nacional (incluyendo 18,2 % de pastizales) y el área sin vegetación al 0,7 % (incluyendo el 0,5 % de área urbana).
El área con pastizales saltó del 13 % de Brasil en 1985 al 18,1 % en 2020 y el área con cultivos agrícolas del 2,3 % al 6,5 %.
La divulgación de que las tierras indígenas son modelo de preservación se produce en momentos en que tanto la Corte Suprema como el Congreso discuten medidas que amenazan sus territorios.
La Corte Suprema analiza esta semana la constitucionalidad de una medida que tan solo permite a los indígenas reivindicar las tierras que ya ocupaban o reclamaban en 1988, cuando fue promulgada la Constitución, lo que deja en duda unas 300 reservas pendientes de delimitación.
En el Congreso está en discusión un proyecto de ley que autoriza la explotación económica de las reservas, incluso con minería e hidroeléctricas, que fue propuesto por el presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, que desde que asumió ha dicho que no permitirá la creación de más tierras para los indígenas.
Bolsonaro no ha creado ninguna reserva desde que asumió su mandato, en enero de 2019, lo que desaceleró aún más el proceso para garantizarle las tierras originarias a los indígenas.
En el Gobierno de Michel Temer (2016-2018) solo fue delimitada una reserva, mientras que Dilma Rousseff (2011-2016) delimitó 21, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) 87 y Fernando Henrique Cardoso (1985-2002) 145.
Las reservas indígenas fueron las áreas menos devastadas en Brasil en 36 años
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2021
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