Santa Cruz de La Palma (España), 5 oct (EFE).- La isla española de La Palma se prepara para más días de erupción del volcán de Cumbre Vieja, pues, según los expertos, los datos de sismicidad, geoquímica y deformación apuntan a que el fin no está cercano.
De acuerdo con el Plan de Emergencia Volcánica del archipiélago español de las Canarias (Pevolca), el volcán está en fase "madura", por lo que hay que prepararse "para echar bastantes días".
La buena noticia es que no hay nuevos centros de emisión, aunque sí una fisura con emisión de gases y elevada temperatura en el suelo, que de momento no tiene mayor importancia, pues está en el entorno del cono activo (a unos cien metros al noreste) y no presenta carácter eruptivo, informó el Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España.
Ahora las miradas están puestas en los vientos porque, si bien la calidad del aire en la isla ha mejorado respecto a días anteriores gracias a la entrada de alisios, la predicción meteorológica apunta a que mañana los vientos girarán la columna de ceniza y gases del "penacho" hacia la vertiente noreste de la isla, lo que podría afectar a la operatividad del aeropuerto de La Palma.
Por ahora, el "penacho" marino de vapor de agua y ácido clorhídrico que se produce por el contacto de la lava con el mar se mantiene en una zona reducida cercana al delta.
LA LAVA SIGUE SU CAMINO HACIA EL MAR
También se mantiene una vigilancia permanente sobre el camino que sigue la lava hacia el mar ante la posibilidad de que se ensanche o haya nuevos avances, aunque los expertos del Pevolca creen que lo más probable a corto plazo es que el magma, bastante fluido, se siga evacuando hacia el océano por encima del camino ya marcado por la colada primigenia.
Por el momento, las últimas mediciones apuntan a 420 hectáreas (6,74 más que la víspera), en un perímetro de 36,24 kilómetros y una anchura máxima de 1.250 metros.
El delta de lava que se ha adentrado en el mar ocupa por ahora una superficie de más de 36 hectáreas y ha avanzado 540 metros desde la línea de la costa.
Por su parte, la sismicidad es creciente en cuanto a número de episodios y magnitud y también ha sido más sentida por la población: en concreto, el IGN ha localizado en las últimas veinticuatro horas 75 terremotos en la zona sur de La Palma, 17 de los cuales han sido sentidos por la población, y de ellos dos han alcanzado una magnitud de 3,7.
No obstante, por término medio la profundidad de los seísmos se mantiene entre los 10-15 kilómetros.
En cuanto a las emisiones diarias de dióxido de azufre estaban el lunes en 1.200 toneladas, con un acumulado de 250.000 toneladas desde que comenzó la erupción el 19 de septiembre pasado, y el volumen de magma expulsado podría situarse en los 45 millones de metros cúbicos.
NUEVAS AYUDAS DEL GOBIERNO
Los daños no dejan de crecer y la lava ha afectado ya a 1.154 edificaciones y construcciones de todo tipo, de ellas 1.046 destruidas y 108 dañadas, según los satélites del sistema europeo de observación Copernicus.
A fin de paliar la situación, el Gobierno español aprobó hoy un segundo plan de ayudas urgentes para los afectados por importe de casi 214 millones de euros (unos 248,5 millones de dólares al cambio actual).
Esta cantidad se suma a los 10,5 millones de euros (casi 12,2 millones de dólares) que el Ejecutivo aprobó en su reunión del pasado martes para la adquisición de viviendas y de enseres de primera necesidad.
Además de las edificaciones dañadas y los cerca de 6.000 evacuados, preocupa la situación de dos sectores claves para Canarias: la agricultura, más concretamente las plantaciones de plátanos, y el turismo.
Por ello, se prevé que dos desaladoras empiecen a aportar agua para el riego de fincas plataneras en la costa del Valle de Aridane a finales de la próxima semana.
Y, respecto al turismo, las autoridades de La Palma insisten en que se visite la isla como una forma de ayudarla a superar la crisis provocada por la erupción, pues en el 90 % de la isla se vive con total normalidad, con todos los servicios, incluidos los hoteleros, funcionando sin problemas.