Helsinki, 29 abr (EFE).- La ministra de Exteriores de Suecia, Ann Linde, aseguró este viernes en Helsinki que la decisión que tome Finlandia sobre su posible ingreso en la OTAN "afectará mucho" la que adopte su país sobre su propia adhesión a la alianza.
Ambas naciones, las únicas nórdicas no alineadas militarmente, están considerando solicitar su entrada en la OTAN como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, aunque en Finlandia el proceso está más avanzado.
Según varios medios locales, el Gobierno finlandés tiene intención de hacer pública a mediados de mayo su decisión de solicitar el ingreso en la OTAN, pese a las reiteradas amenazas del Kremlin para impedirlo.
Mientras, en Suecia los partidos políticos todavía están deliberando sobre la posible adhesión en el Parlamento y presentarán un informe sobre la nueva política de seguridad el 13 de mayo, justo un mes después de que Finlandia hiciese lo mismo.
Estocolmo y Helsinki han incrementado considerablemente la cooperación y los contactos bilaterales en las últimas semanas para intentar consensuar una postura conjunta respecto a la OTAN y, eventualmente, solicitar su ingreso a la vez.
"No hay otros países que tengan una cooperación tan fuerte entre ellos fuera de la OTAN como Finlandia y Suecia", afirmó Linde en una rueda de prensa junto a su homólogo finlandés, Pekka Haavisto.
Ambos ministros coincidieron en que esa cooperación, que incluye la planificación de operaciones en situaciones de crisis y conflictos, podría estrecharse aún más si fuera necesario para afrontar las amenazas de Moscú.
"Si nuestro entorno de seguridad se vuelve más desafiante, desde luego podemos aumentar esa planificación bilateral, que incluye todos los sectores de la cooperación militar", dijo Haavisto.
El ministro finlandés afirmó que si su país entra finalmente en la OTAN, sería un "contribuyente neto a la seguridad", dado que dispone de unas sólidas fuerzas armadas, cientos de miles de reservistas y un armamento moderno.
Ni Haavisto ni Linde quisieron aclarar si han llegado a acuerdos con algún país miembro de la OTAN para que les preste asistencia militar, en caso de una eventual agresión rusa, durante el periodo que va entre la solicitud de ingreso y la ratificación de todos los países aliados.
"Eso es algo que corresponde anunciarlo a esos países cuando crean que es el momento adecuado", dijo Haavisto, quien aseguró que la propia OTAN tiene interés en defender su política de puertas abiertas de posibles interferencias de terceros.