"En Nicaragua, 500.000 personas se han visto afectadas. Más de 12.000 familias han sido refugiadas, y 33.000 personas no tienen acceso a agua potable", señaló la FICR, en un informe sobre las consecuencias de Eta en Centroamérica.
Los peores efectos se presentaron en la costa Caribe norte del país centroamericano, especialmente en los municipios de Puerto Cabezas (incluyendo la ciudad de Bilwi), Prinzapolka y Waspan, según el informe, que incluyó la pérdida de dos vidas humanas, que el Gobierno de Nicaragua no reconoce.
Eta, que alcanzó la categoría 4 de un máximo de 5, y desarrolló vientos de 240 kilómetros por hora, afectó a Nicaragua y a todos los países de Centroamérica por medio de "fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra", indicó la FICR.
"Muchos de los afectados son mujeres y niños", así como "las comunidades indígenas, afro y miskitas", agregó.
La FICR señaló la posibilidad de que Eta "probablemente exacerbará las presiones de desplazamiento. El pasaje de Mitch en 1998 muestra que la pérdida de vivienda y medios de vida alimenta el desempleo y conduce a un mayor movimiento de personas a los centros urbanos".
Un reporte oficial de daños emitido ayer por el Gobierno nicaragüense señaló que un total de 1.890 casas resultaron destruidas por Eta, y otras 8.030 sufrieron daños parciales.
Nicaragua estableció en 172 millones de dólares las pérdidas materiales ocasionadas por el huracán Eta.
Además, la FICR informó que ha enviado desde Panamá un avión y dos camiones con 98 toneladas de ayuda humanitaria a Nicaragua y Honduras, así como 21,8 millones de dólares a los tres países más afectados, es decir, los dos anteriores más Guatemala, para ayudar a 75.000 personas durante los próximos 18 meses.