Irlanda y Moldovia se suman a expulsión masiva de diplomáticos rusos

27 de Marzo de 2018
Guardar
irlanda-y-moldovia-se-suman-a-expulsion-masiva-de-diplomaticos-rusos.jpg
irlanda-y-moldovia-se-suman-a-expulsion-masiva-de-diplomaticos-rusos.jpg
Dublín, 27 Mar (Notimex).- Los gobiernos de Irlanda y Moldovia se sumaron hoy a la expulsión masiva de diplomáticos rusos en varios países del mundo, en represalia a la supuesta implicación de Moscú en el envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido.

El ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, confirmó que este martes que Irlanda tomaría medidas contra Rusia en respuesta a un ataque de agentes neurotóxicos contra los Skripal, que el gobierno británico le ha atribuido de manera directa.

En una declaración, el ministro destacó que el embajador ruso en Dublín, Yury Filatov, fue convocado al Departamento de Asuntos Exteriores esta tarde para informarle sobre la decisión del gobierno irlandés expulsar a uno de sus diplomáticos

La medida fue anunciada luego de que el gabinete irlandés sostuvo esta mañana una reunión espacial, en la que Conveney explicó los pormenores del caso Skripal, según reporte de la edición electrónica del diario The Irish Times.



Serguei Skripal, un exagente de los Servicios de Inteligencia Militar Rusa (GRU) quien pasó información al servicio secreto británico M16, y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes el pasado 4 de marzo en un parque de la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, con síntomas de envenenamiento.




El laboratorio de investigación de la base militar británica de Porton Down identificó la sustancia utilizada en el envenenamiento a los Skripal como A234, parte de un grupo de agentes nerviosos de grado militar creados por Rusia, conocido comúnmente como Novichok.

El Departamento de Asuntos Exteriores citó el acuerdo de la semana pasada alcanzado en Bruselas en la cumbre del Consejo Europeo en el que se determinó que "es muy probable que la Federación de Rusia haya sido responsable del ataque en Salisbury y que no hay explicación alternativa plausible”.

"El uso de armas químicas, incluido el uso de cualquier sustancia química tóxica como armas, por parte de cualquier persona, en cualquier lugar, es particularmente impactante y aborrecible”, subrayó la declaración de la cancillería.

El ataque en Salisbury, agregó, no fue solo un ataque contra Reino Unido, “sino una afrenta al sistema internacional basado en reglas del que todos dependemos para nuestra seguridad y bienestar", apuntó.

La decisión del gobierno irlandés se produce un día después de la expulsión de más de un centenar de diplomáticos rusos de Estados Unidos, 16 países de la Unión Europea (UE), Canadá, Albania, Ucrania, Noruega, Macedonia y Australia, por supuesta implicación de Moscú en el envenenamiento del exespía ruso y su hija.

A la lista se sumó este martes Moldavia, cuya cancillería confirmó la expulsión de tres diplomáticos rusos para mostrar su solidaridad al Reino Unido en el caso del envenenamiento de Serguei Skripal y su hija, que siguen graves en un hospital de Reino Unido.



"Tres diplomáticos de la misión son declarados persona non grata y deben abandonar el territorio del país en el plazo de siete días", anunció esta tarde el Ministerio de Exterior de Moldovia en un comunicado.




“La Cancillería convocó al embajador de Rusia en Moldavia, Farit Muhametshin, para notificarle del contenido de la nota, elaborada conforme a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961”, destacó la declaración, según reporte de la agencia estatal MoldoPres.

La ola de expulsiones comenzó a mediados de este mes, después de que la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, responsabilizara a Moscú de "intento de asesinato" y ordenara la salida de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países como represalia.

Moscú, que rechaza todas las acusaciones por infundadas, respondió con una medida simétrica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.

El gobierno ruso protestó, a través de su

Archivado en