Bogotá, 11 nov (EFE).- La Procuraduría (Ministerio Público) asumirá la investigación que lleva a cabo la Policía por el incendio en una comisaría de esa institución en el municipio de Soacha, aledaño a Bogotá, en el que murieron en septiembre nueve jóvenes que estaban detenidos, según una denuncia hecha el martes por un concejal.
"Se ordenó una visita al expediente que inició el Departamento de Policía de Cundinamarca (región de la que hace parte Soacha), luego de que se presentara la conflagración que inicialmente dejó una persona muerta y obligó la hospitalización de otras 11, de las cuales ocho habrían fallecido por causa de las lesiones", expresó la Procuraduría en un comunicado.
El concejal de Bogotá Diego Cancino, del partido Alianza Verde, contó a Efe que eso "ocurrió el pasado 4 de septiembre en la estación de Policía de San Mateo, en Soacha" y explicó que el hecho no trascendió antes porque las madres de los muchachos fallecidos "tienen miedo" de aparecer en público porque "recibieron amenazas".
Soacha es un municipio con cerca de un millón de habitantes y por su condición de ciudad satélite de la capital colombiana concentra el mayor número de población desplazada del país.
EL CASO
Cancino detalló que el incendio comenzó cuando uno de los detenidos prendió fuego a una cobija y que el día de los hechos murió un joven mientras que los otros ochos fallecieron en fechas posteriores en clínicas a donde fueron llevados por la gravedad de las quemaduras sufridas.
Al respecto, la Policía de Cundinamarca confirmó ayer ocho fallecimientos y señala que por estos hechos se abrió una investigación disciplinaria interna y la Fiscalía comenzó una penal.
Según la Policía, ese día en la Estación de San Mateo, en Soacha, había 11 personas detenidas que prendieron fuego a sus colchonetas y "como consecuencia de estos hechos, la totalidad de los presuntos responsables resultaron lesionados con quemaduras de primer y segundo grado".
DECISIONES DE LA PROCURADURÍA
El Ministerio Público señaló que "busca establecer las acciones desplegadas por los uniformados una vez iniciado el incendio", así como conocer "si son ciertas las denuncias de que en el lugar permanecían 20 jóvenes quienes protestaron porque se les habría negado la posibilidad de tener una visita familiar".
Cancino manifestó ayer que el día del incendio la Policía les negó a los detenidos las visitas de sus familiares y eso pudo haber desencadenado la tragedia.
Al parecer, dice el concejal, la Policía golpeaba a los detenidos y les negaba la alimentación y las visitas.
En ese sentido, la Procuraduría ordenó "la práctica de pruebas, entre ellas las declaraciones del concejal Diego Cancino, así como del superior que estaba encargado de la Estación de Policía de San Mateo y los uniformados que permanecían de servicio".
Cinco días después de ese incidente la Policía de Bogotá se vio involucrada en un escándalo por el uso excesivo de fuerza de dos de sus integrantes al arrestar a un hombre de 46 años que murió horas después en el hospital, lo que desencadenó una ola de protestas y vandalismo en la capital colombiana y en Soacha en la que perdieron la vida otras 13 personas.
"Se ordenó una visita al expediente que inició el Departamento de Policía de Cundinamarca (región de la que hace parte Soacha), luego de que se presentara la conflagración que inicialmente dejó una persona muerta y obligó la hospitalización de otras 11, de las cuales ocho habrían fallecido por causa de las lesiones", expresó la Procuraduría en un comunicado.
El concejal de Bogotá Diego Cancino, del partido Alianza Verde, contó a Efe que eso "ocurrió el pasado 4 de septiembre en la estación de Policía de San Mateo, en Soacha" y explicó que el hecho no trascendió antes porque las madres de los muchachos fallecidos "tienen miedo" de aparecer en público porque "recibieron amenazas".
Soacha es un municipio con cerca de un millón de habitantes y por su condición de ciudad satélite de la capital colombiana concentra el mayor número de población desplazada del país.
EL CASO
Cancino detalló que el incendio comenzó cuando uno de los detenidos prendió fuego a una cobija y que el día de los hechos murió un joven mientras que los otros ochos fallecieron en fechas posteriores en clínicas a donde fueron llevados por la gravedad de las quemaduras sufridas.
Al respecto, la Policía de Cundinamarca confirmó ayer ocho fallecimientos y señala que por estos hechos se abrió una investigación disciplinaria interna y la Fiscalía comenzó una penal.
Según la Policía, ese día en la Estación de San Mateo, en Soacha, había 11 personas detenidas que prendieron fuego a sus colchonetas y "como consecuencia de estos hechos, la totalidad de los presuntos responsables resultaron lesionados con quemaduras de primer y segundo grado".
DECISIONES DE LA PROCURADURÍA
El Ministerio Público señaló que "busca establecer las acciones desplegadas por los uniformados una vez iniciado el incendio", así como conocer "si son ciertas las denuncias de que en el lugar permanecían 20 jóvenes quienes protestaron porque se les habría negado la posibilidad de tener una visita familiar".
Cancino manifestó ayer que el día del incendio la Policía les negó a los detenidos las visitas de sus familiares y eso pudo haber desencadenado la tragedia.
Al parecer, dice el concejal, la Policía golpeaba a los detenidos y les negaba la alimentación y las visitas.
En ese sentido, la Procuraduría ordenó "la práctica de pruebas, entre ellas las declaraciones del concejal Diego Cancino, así como del superior que estaba encargado de la Estación de Policía de San Mateo y los uniformados que permanecían de servicio".
Cinco días después de ese incidente la Policía de Bogotá se vio involucrada en un escándalo por el uso excesivo de fuerza de dos de sus integrantes al arrestar a un hombre de 46 años que murió horas después en el hospital, lo que desencadenó una ola de protestas y vandalismo en la capital colombiana y en Soacha en la que perdieron la vida otras 13 personas.