En un comunicado, ICE indicó que los arrestos de los mexicanos se produjeron como parte de un operativo de seis días de noviembre, en los que capturó a un total de 55 personas, pese a que las autoridades de Nueva York se negaron a cooperar con estas detenciones.
ICE informó que su Unidad de Operaciones de Cumplimiento de la Ley y Remoción (ERO) se enfocó en arrestar a individuos con historial penal, con órdenes pendientes de deportación o que hubieran reingresado a Estados Unidos sin documentos.
Algunos de los migrantes arrestados durante el operativo de ICE serán llevados a juicio federal por reingresar después de haber sido deportados, un delito con una pena de hasta 20 años de prisión.
Aquellos que no hayan sido enjuiciados penalmente serán procesados para su repatriación, mientras que las personas que tienen órdenes de deportación pendientes están sujetas a la expulsión inmediata del país.
De total de arrestados por ICE, 42 ya habían estado detenidos por la policía local de Nueva York por diversos motivos. Una vez que estas personas cumplieron sus condenas, las autoridades de Nueva York las liberaron, pese a las peticiones de autoridades federales para que las retuvieran.
De acuerdo con Thomas Decker, director de la oficina de campo de ERO en Nueva York, la decisión de las autoridades locales de liberar a personas pese a que contaran con solicitudes de detención de parte de autoridades federales “representa un riesgo mayor para los oficiales y la comunidad”.
“Es importante que los residentes de la ciudad sepan que aunque la ciudad de Nueva York libera reclusos con órdenes de retención activa de ICE en su comunidad, ICE será diligente en su responsabilidad”, sostuvo Decker.
El funcionario aseguró que ICE encontrará a las personas que “vienen a Estados Unidos para atacar a nuestras comunidades y finalmente hará que sean expulsadas del país”.
Las declaraciones de Decker contrastan con la información de ICE, según la cual, muchos de los arrestados sólo son culpables de haber ingresado sin documentos a Estados Unidos, y no cometieron ningún delito serio.
Además, ICE no explica en la mayoría de los casos la naturaleza de los delitos de los que se acusa a los detenidos.
Al liberar a personas luego de que purgan sus condenas, las autoridades de Nueva York cumplen con la ley debido a que una detención adicional sin cargos constituye una violación de la Constitución, de acuerdo con la Unión Estadunidense para las Libertades Civiles (ACLU).
Asimismo, al pasar por alto solicitudes de detención del gobierno federal, Nueva York honra su compromiso como ciudad santuario o que no coopera de manera activa con autoridades federales de migración, salvo en casos de delitos graves.
Las autoridades locales consideran que la policía disminuye su efectividad en garantizar la seguridad de la comunidad cuando realiza labores migratorias propias del gobierno federal.