La delegación de Estados Unidos, encabezada por el Representante de Comercio Robert Lighthizer y el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin, llegó este jueves a Beijing para la nueva ronda de conversaciones, destinada a resolver las diferencias surgidas en sus pasadas negociaciones
El portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng, confirmó esta noche (tiempo local) el inicio de las conversaciones entre el vice primer ministro chino, Liu He, y los representantes del gobierno estadunidense, y aunque no dio detalles, expresó su confianza en que se logren avances en sus puntos conflictivos.
"China cree que la cooperación es la mejor opción para las dos naciones, ya que beneficia no solo a los dos países y su gente, sino también a todo el mundo", subrayó el funcionario chino, según reporte de la agencia estatal de noticias china, Xinhua.
Gao destacó que el viceprimer ministro visitará Washington la próxima semana para asistir a la novena ronda de consultas comerciales de alto nivel entre China y Estados Unidos para buscar un acuerdo definitivo sobre su guerra comercial.
"Aunque se han logrado algunos avances durante las negociaciones telefónicas entre el viceprimer ministro Liu He y sus contrapartes estadounidenses, todavía hay mucho trabajo por hacer", destacó Gao y recordó que el viernes estaba programado un día completo de conversaciones.
Se espera que las pláticas de mañana se centren en la protección de los derechos de propiedad intelectual, los subsidios gubernamentales para las empresas estatales, las barreras comerciales, el acceso al mercado y el desequilibrio comercial bilateral.
A pesar de los informes de medios de comunicación estadunidenses sobre el progreso de las negociaciones, los analistas chinos destacaron que todavía hay una serie de problemas y que prueba de ello era la cena de esta noche, lo que significa que los negociadores no quieren perder tiempo.
Liu Weidong, un especialista en asuntos de China y Estados Unidos de la Academia China de Ciencias Sociales, destacó que la cena de trabajo inmediata fue un intento de ambas partes por "entrar en ánimo de negociación", ya que "obviamente todavía están sin resolver varias cuestiones".
"Ciertamente todavía hay mucho que discutir, y hay presión para que se logren avances para que los dos jefes de estado se reúnan, por lo tanto, todo el calendario apretado es razonablemente", destacó el experto.
En este sentido, Zhang Zhexin, un experto en asuntos de Estados Unidos en los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghai, dijo que tener un calendario apretado mostraba que ambas partes estaban ansiosas por llegar a un acuerdo.
"Los negociadores han estado interactuando más frecuentemente que en el pasado... tanto China como EE. UU. Quieren estabilizar la relación y (esto muestra) entusiasmo por evitar que (las conversaciones) entren en una espiral descendente", aputó Zhang.