Grupos vulnerables reciben atención tras el terremoto

02 de Mayo de 2016
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Quito, mayo (SEMlac).- Varias organizaciones nacionales e internacionales llevan adelante una intensa labor en Ecuador para mejorar las condiciones de vida y seguridad de mujeres, niñas y niños, tras el sismo que afectó este país el pasado 16 de abril.

Entidades de las Naciones Unidas como el Fondo de Población (Unfpa) dedican esfuerzos a la salud sexual y reproductiva de las representantes del sexo femenino, facilitando el acceso a servicios vitales asociados a la maternidad.

Esta organización estima que unas 20.000 embarazadas podrían ser afectadas, por lo que no solo se limitan a hacer campañas de información, sino que gestionan la práctica de "partos seguros, especialmente en casos de emergencias obstétricas, a fin de prevenir la mortalidad materna y neonatal, así como garantizar el acceso a métodos anticonceptivos, incluyendo condones para prevenir embarazos no planificados y abortos", según precisa en su página web.

Las difíciles condiciones en las zonas afectadas por el terremoto elevan los riesgos de mortalidad materna e infantil, por lo que otras instituciones como el Ministerio de Salud Pública (MSP) refuerzan acciones preventivas en el manejo de infecciones, vih y posibles situaciones de violencia sexual.

De acuerdo con el sitio de Unfpa, se han establecido además kits dedicados al cuidado de la salud reproductiva, con los que esta entidad colabora con la labor del MSP.

"Las provincias más afectadas, Manabí y Esmeraldas, presentan altos índices de mortalidad materna, violencia basada en género, embarazo adolescente y casos de vih. Es previsible que esta situación se agudice como consecuencia de la emergencia.", se destaca en esta web.

Los daños en infraestructura y de instituciones de salud representan otro reto en la atención específica de los temas sanitarios del sexo femenino. Al menos seis hospitales se encuentran fuera de servicio y, ante las previsiones de que una de cada cinco mujeres pueda estar embarazada o embarazarse en los próximos meses, las labores de cuidado y prevención revisten mayor importancia.

Entidades de las Naciones Unidas realizan además acciones de prevención de violencia, uno de los mayores riesgos a los que se pueden exponer mujeres, niñas y niños en situaciones de desastre.

En ese sentido, se realizan talleres formativos dirigidos al personal del Ministerio de Defensa y otras dependencias que trabajan en las zonas afectadas.

Charlas informativas para las mujeres forman parte también de este proceso, en el interés de desarrollar estrategias de apoyo y prevención de la violencia y riesgos para la salud y seguridad de estos grupos más vulnerables.

El apoyo de organizaciones como Unicef y Onu Mujeres ha sido importante en estas primeras semanas tras el sismo.

La primera de ellas envió toneladas de ayuda, dirigidas fundamentalmente a mejorar la calidad de vida de la niñez que se encuentra en albergues y aún no vuelve a clases, que se reanudarán paulatinamente, en la medida que las condiciones específicas de cada uno de los lugares lo permita, aunque oficialmente este lunes es la vuelta a las aulas en la zona de la costa ecuatoriana.

De acuerdo con el sitio web del diario El Comercio, "después del terremoto, un equipo de Unicef se trasladó a las zonas más afectadas para realizar una evaluación de los daños y colaborar en temas de agua, saneamiento y educación."

Organizaciones sociales, entidades gubernamentales y activistas se suman a diversas acciones de apoyo, educación y acompañamiento para mejorar las condiciones de vida en las ciudades más afectadas por el terremoto, en las que además preocupan las condiciones sanitarias por el aumento de las lluvias y la aparición de más casos de zika, entre ellos en una embarazada.

Se estima que cerca de medio millón de personas han sido damnificadas, más de 650 han fallecido y cerca de 30.000 están albergadas tras el sismo que afectó a Ecuador hace dos semanas. Por: Karina Escalona

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