Los meteorólogos describieron los vientos de hasta 110 kilómetros por hora como extremadamente raros para la ciudad y señalaron que si la cifra de muertos se confirma, sería la tormenta más mortífera en la capital rusa durante más de 100 años.
“Debido a las fuertes ráfagas de viento que sacudieron Moscú, hasta el momento más de 50 heridos, entre ellos niños, solicitaron atención médica, pero 11 de los lesionados fallecieron”, dijo un portavoz del Departamento de Salud de la capital rusa, citado por la agencia de noticias SputniK.
La mayoría de los fallecidos fueron causados por la caída de árboles como consecuencia de las fuertes rachas de viento, que han derribado otros objetos que también han impactado sobre transeúntes, precisó la policía rusa.
Según los servicios de emergencias, los intensos vientos derrumbaron más de mil árboles, los techos de unas 30 viviendas y una parada de transporte público, además dejaron sin electricidad a más de cuatro mil personas en Moscú y en el distrito federal central de Rusia.
Uno de los numerosos árboles derrumbados bloqueó la salida de la residencia del primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, donde se encontraba de visita una delegación de empresarios españoles, según Sputnik.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, envió sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas, a través de su cuenta de Twitter.
Según el centro meteorológico Fobos, la tormenta en Moscú se está debilitando, desplazándose hacia el este y el sureste de la provincia homónima.