“Los involucrados participaron en el comercio de jugo adulterado, mermeladas y otros alimentos enlatados. Los productos se fabricaron a partir de manzanas descompuestas, contaminadas con micotoxinas y otras sustancias químicas tóxicas, inadecuadas para el consumo humano y peligrosas para la salud pública”, refirió la Unión Europea (UE).
Señaló que se detuvieron a nueve personas luego de constatar que las manzanas podridas “se refinaron con agua y azúcares, se etiquetaron y promocionaron falsamente como productos orgánicos de origen europeo”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las micotoxinas son “toxinas naturales producidas por algunas especies de hongos (mohos), y pueden estar presentes en los alimentos. Los mohos crecen en varios cultivos y alimentos, como cereales, frutos secos, especias, frutas desecadas, manzanas y granos de café, generalmente en entornos cálidos y húmedos”.
Señala que “las micotoxinas pueden tener diversos efectos negativos en la salud; en el caso de las manzanas podridas y productos de ese fruto, contienen patulina, que es una microtoxina producida por distintos mohos, especialmente Aspergillus, Penicillium y Byssochlamys".
Puntualizó que “las principales fuentes dietéticas humanas de patulina son las manzanas y el jugo de manzanas afectadas. Los síntomas agudos en el ser humano pueden ser náuseas, trastornos gastrointestinales y vómitos. Se considera que la patulina es genotóxica, pero aún no se ha demostrado su potencial cancerígeno”.
De acuerdo con el reporte de la UE durante el operativo en Italia y Serbia se incautaron activos por un valor estimado de seis millones de euros (unos seis millones 800 mil dólares) y mil 411 toneladas de producto adulterado con valor de cinco millones de eruos (unos cinco millones 668 mil dólares).
De acuerdo con el Ministerio Público de Pisa, Italia, inició una investigación masiva internacional, coordinadas en La Haya por Eurojust, que es el órgano de la Unión Europea encargado de la cooperación judicial entre los Estados miembros.
Eurojust facilitó la comunicación y la cooperación entre la Oficina Italiana en Eurojust y el punto de contacto en Serbia. Además permitió la coordinación de las investigaciones de las autoridades nacionales ayudándoles a intercambiar rápidamente datos y pruebas, para ejecutar ocho órdenes de arresto en Italia y una en Serbia.