De acuerdo con las investigaciones, Frank Mendoza intentaba escapar de su casa después de que un presunto criminal irrumpiera dentro de su domicilio y cuando llegaron los policías le dispararon en dos ocasiones quitándole la vida al confundirlo.
El residente de Pico Rivera, un suburbio al este de Los Ángeles, fue asesinado por un policía el 1 de agosto de 2014, luego de que lo mató de dos disparos al confundirlo con el sospechoso armado.
El lunes, miembros de la familia Mendoza anunciaron que habían llegado a un acuerdo de 14 millones 350 mil dólares en una demanda por homicidio culposo presentada contra el condado de Los Ángeles y el Departamento del Sheriff de Los Ángeles.
La demanda afirmaba que los agentes usaron tácticas deficientes al no desalojar a todos los miembros de la familia de la casa y luego dispararon contra Mendoza, de 54 años. La esposa del hombre, Lorraine, fue retenida como rehén por el pistolero durante ocho horas antes de ser liberada.
"Esta es la peor pesadilla de cualquier ciudadano, donde están bajo la sospecha de que están siendo protegidos por la policía. En cambio, la policía termina por quitar la vida", dijo Garo Mardirossian, el abogado de la familia, en una conferencia de prensa en Los Ángeles.
Lennie LaGuire, portavoz del condado, confirmó que se llegó a un acuerdo tentativo. El pago incluye el dinero pagado por las compañías de seguros y un fondo fiduciario que cubre los costos de responsabilidad civil de las 42 ciudades que tienen contrato con el Departamento del Alguacil. El acuerdo aún debe ser aprobado por la Junta de Supervisores.