El grupo señaló en un comunicado que ese régimen en su “práctica habitual” de acusaciones falsas para sostener “las mentiras” de Maduro, acusó a la periodista Patricia Poleo, exiliada en Miami, y al general retirado Marcos Ferreira Torres de estar vinculados con dicho asalto y emitió en su contra órdenes de captura internacional.
Las autoridades venezolanas anunciaron en la víspera que libraron esas órdenes de captura con solicitud de código rojo a Interpol contra nueve personas “por estar involucrados en actos que atentan contra la estabilidad y la paz de la patria”.
La Veppex dijo que denunciarán ante las autoridades estadunidenses el peligro de que “el narcorégimen” de Nicolás Maduro realice operaciones “de espionaje y de secuestro” de figuras del exilio para llevarlos a Venezuela y mostrarlos como “un trofeo de la revolución”.
Exhortó a la Interpol a no procesar estas órdenes de captura que generan un código rojo contra “personas inocentes”, porque se convertirían en un instrumento de persecución de “un Estado fallido”.
El director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Gustavo González López, indicó que el asalto al Fuerte Paramacay, ocurrido el pasado 6 de agosto, tendría nexos con grupos desestabilizadores desde el extranjero, entre los que relacionó a Poleo y Ferreira Torres como parte de la organización.