Buenos Aires, 16 dic (EFE).- La mayoría de los estudiantes de sexto grado en Argentina tiene una “actitud positiva” frente a personas de origen y cultura diferentes, según un estudio regional realizado en 2019 por la Unesco cuyos resultados fueron publicados este jueves.
El Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 determinó que el 87 % de las respuestas entregadas por alumnos argentinos evidenciaron una actitud positiva de apertura a la diversidad, es decir, el grado de aceptación, tolerancia y establecimiento de vínculos con quienes son diferentes a ellos.
El reporte evaluó habilidades socioemocionales y tuvo porcentajes mayoritariamente positivos en tres áreas principales: “un 87 % en apertura a la diversidad, un 73 % en autorregulación escolar y un 58 % en empatía”.
Este estudio fue llevado adelante por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc) de la Unesco y además analizó el desempeño estudiantil en Lectura, Matemática, Ciencias y factores asociados a los logros de aprendizaje.
La investigación midió el desempeño de 160.000 estudiantes de tercer y sexto grado de primaria de 16 países: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Según el ERCE 2019, los alumnos argentinos poseen una actitud positiva ante personas de origen y cultura diferente a la propia, también logran reconocer la perspectiva de otros, y se autorregula para cumplir con sus obligaciones escolares.
“Las habilidades que midió el ERCE 2019 son parte de un conjunto de habilidades socioemocionales que hoy sabemos que son esenciales para el desarrollo personal y para el desempeño y convivencia en la escuela y en todos los demás ámbitos de la vida”, dijo la directora de la Orelac, Claudia Uribe.
Por otra parte, el reporte indicó que si bien el rol de los establecimientos educativos son importantes en el desarrollo de estas habilidades su incidencia es menor que en el aprendizaje de las materias básicas (matemática, ciencias y lenguaje).
El coordinador del Laboratorio LLECE, Carlos Henríquez, marcó que “los niños que perciben a los docentes más interesados en su bienestar, más ‘apoyadores’ y mejor organizados en la enseñanza, son al mismo tiempo estudiantes que reportan mejores niveles en sus habilidades socioemocionales y esto se asocia con mejores rendimientos académicos”.