La Paz, 9 abr (EFE).- El hallazgo de un cadáver este viernes ha marcado con crudeza la tercera jornada seguida de limpieza del lago boliviano Uru Uru, contaminado por miles de desechos plásticos y por las alcantarillas que llevan a esas aguas también residuos de la minería.
Las imágenes de una silueta humana formada con ropa y zapatillas en el suelo del playón del lago, entre las que se dejaban ver solo huesos se han publicado ampliamente por redes sociales y han causado asombro.
"Hemos identificado restos óseos. No sabemos exactamente más detalles, son restos óseos humanos", dijo a los medios el comandante departamental de la Policía de Oruro, Limbert Oporto, en cuya región se encuentra el lago Uru Uru.
El hallazgo hizo que se requiera a la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, un brazo especializado de la Policía, para que en base a estudios de laboratorio se establezca "la data y el sexo del cadáver", aseguró.
La Policía no ha querido adelantar criterios en relación a la manera en que ese cuerpo llegó hasta ese sitio, sin embargo anunció una investigación para determinar el contexto del deceso y el abandono del cuerpo en ese lugar.
La impresión que ha generado el hallazgo es todavía peor a la que inicialmente se tenía del desolado lugar abandonado por varios años y donde, según los activistas ambientalistas locales, se han ido acumulando desechos de todo tipo.
El cuerpo "está totalmente descompuesto (...) solo se ve la ropa y sus huesos, eso muestra que hace tiempo no se hizo limpieza aquí, qué locura, qué pena", lamentó el activista francés Alexis Dessard que convocó a una limpieza del lago junto a instituciones como la Alcaldía de Oruro y la Policía.
Este viernes continuó por tercer día consecutivo la limpieza de residuos en los márgenes del lago Uru Uru, a tres kilómetros al sur de Oruro, una labor en la que se ha logrado retirar decenas de toneladas de basura en superficie mientras otro tanto permanece debajo de la resina pantanosa que se ha acumulado por las aguas servidas del canal Tagarete.
Este espejo de agua, formado por el rebalse del río Desaguadero a mediados del siglo pasado, junto a su vecino del sur, el lago Poopó, conforman una rica ecoregión dedicada a la pesquería en la que existen unas 76 especies de aves nativas, entre ellas 120.000 flamencos y plantas endémicas.
Esta región lacustre fue declarada hace veinte años sitio Ramsar, en base a una convención que busca la preservación de los humedales de importancia internacional.
El hallazgo de un cadáver marca la cruda limpieza de un lago en Bolivia
09
de Abril
de
2021
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