París, 22 jun (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigirá esta noche a la nación en un mensaje televisado tras haber recibido a los líderes de los grupos parlamentarios elegidos en las legislativas del pasado domingo, en la que hubo una fragmentación inédita que coloca su acción de Gobierno ante un laberinto.
Dos meses después de ser reelegido presidente, Macron vio cómo su grupo perdía la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, lo que le obliga a buscar pactos para sacar adelante las leyes.
El presidente recibió durante el martes y la mañana del miércoles a los líderes de los partidos y, según confirmó el Elíseo, esta noche pronunciará un discurso antes de iniciar una serie de viajes internacionales que le llevarán, a partir de mañana, a la cumbre de la Unión Europea, la del G7, la de la OTAN de Madrid y la de los Océanos en Lisboa.
El bloque macronista se quedó a 44 diputados de la mayoría absoluta. El segundo en número fue la alianza de izquierdas liderada por Jean-Luc Mélenchon, que tuvo 131 diputados, y en tercera posición la extrema derecha de Marine Le Pen, con 89 escaños.
Los principales guiños de Macron, hasta ahora, se han dirigido a la derecha tradicional, el partido Los Republicanos (LR) que perdió la mitad de su representación parlamentaria pero conservó 61 asientos.
Su líder, Christian Jacob, dejó abierta la puerta a acuerdos puntuales en leyes concretas tras reunirse este martes con el presidente, pero insistió en que se mantendrán en la oposición.
Más firmes se mostraron los líderes de la izquierda y Le Pen, que cerraron la puerta a todo acuerdo si no viene precedido por un cambio de rumbo radical, opción descartada por el nuevo responsable de Relaciones con el Parlamento, Olivier Véran, que aseguró que no pactarán "ni con la extrema izquierda ni con la extrema derecha".
El izquierdista Adrien Quatennens, que habló en nombre de Mélenchon, que no es diputado, también descartó acuerdos con el Gobierno, al igual que la víspera lo había hecho Le Pen.
Menos tajante fue el líder socialista, Olivier Faure, integrado para las elecciones en la alianza de izquierdas de Mélenchon pero que ahora, al igual que los otros componentes de la misma, tiene su propio grupo parlamentario.
Tras reunirse con Macron, Faure dijo estar "dispuesto a avanzar" en acuerdos concretos si suponen medidas en favor del poder adquisitivo, como una subida a 1.500 euros del salario mínimo.