"Desde marzo, por orden de cerrar todo lo no esencial, cerró el 70 % de los 728 negocios en San Ysidro; el otro 30 % se mantuvo abierto, pero registró pérdidas del 85 % en sus ventas", explicó a Efe Jason Wells, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro.
Según datos de esta entidad, el 97 % de las ventas que se hacen en San Ysidro son hechas a mexicanos que viven en la frontera y que hasta marzo, cuando comenzó la pandemia, cruzaban a diario a comprar no solo productos difíciles de conseguir al otro lado, o son más caros, sino incluso hasta artículos de la canasta básica.
Cuando el gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó que 40 millones de californianos que quedaran en casa como medida para reducir los contagios del COVID 19, casi enseguida los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron restringir los cruces fronterizos denominados "no esenciales", lo que afectó el comercio y turismo.
En concreto, solo cruzarían los ciudadanos estadounidenses y residentes legales que viven en México pero que tienen que cruzar el puesto fronterizo a diario por razones laborales, dejando de lado a los mexicanos con visa que iban a San Ysidro a hacer sus compras.
Cada mes los dos gobiernos amplían las restricciones en base a la información sobre el COVID 19 a lo largo de toda la frontera, más allá de los límites solo del condado de San Diego y del municipio mexicano de Tijuana.
"Un desastre", dijo a Wells, sobre la situación de los comerciantes en el área de San Ysidro, que han visto una considerable caída de ingresos pero aun así han tenido que continuar con los pagos de renta y servicios.
"Hicimos un sondeo telefónico para no tener que ir a visitar cada negocio y con ello exponer contagios, y en esa consulta vimos que por lo menos cien negocios, de los 728, ya no van a volver a abrir", detalló el directivo cameral, "hay muchos otros que están a punto de claudicar", agregó.
Ahondó que sin los consumidores mexicanos "el 50 % de los negocios de San Ysidro, uno de cada dos, está en riesgo de no volver a abrir sus puertas al público".
Sunil Gakhrega, un comerciante de perfumes que incluso ha recibido reconocimientos por el éxito de su negocio, dijo a Efe que su tienda a solo una calle y media del puerto de entrada de San Ysidro es una de las "afortunadas", porque "solo" ha perdido el 50 % de las ventas.
Explicó a Efe que la mayoría de sus clientes son mexicanos que revenden luego la mercadería en el estado de Baja California y ahora, por ejemplo, algunos que no pueden cruzar a California ofrecen una comisión a quienes sí pueden.
De acuerdo con datos preliminares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), aun con las restricciones a cruces no esenciales hasta 40.000 conductores y unos 22.000 peatones cruzan a diario por la frontera.
Pero casi sin excepción ninguno de ellos se detiene en San Ysidro, porque "pasan a trabajar o se dirigen a clases. San Yisdro no es destino. Es si acaso por necesidad, como porque se les acaba la gasolina, un punto intermedio, pero nada más", explicó Gakhrega.
Para Wells resulta "inaudito" que únicamente a los clientes de San Ysidro, mexicanos con visa, les impidan pasar.
Por las restricciones, CBP también cerró el paso peatonal oeste, o PedWest, por el que más de 20.000 personas cruzaban diario a San Ysidro, precisamente frente a la entrada principal del mayor centro comercial a lo largo de la frontera, Puerta de las Américas, que también reporta caídas del 70 y 80 % en sus ventas.
"Vemos que hay días en que son más que esos 62.000 ciudadanos y residentes legales los que cruzan, a veces llegan a ser 100.000. ¿Acaso esos cien mil son inmunes o no ponen en riesgo de contraer el COVID 19 en ambos lados de la frontera?", cuestionó Wells.
La Cámara de Comercio de San Ysidro escribió al comisionado nacional de CBP, Mark Morgan, para expresarle su situación y las pérdidas de los negocios.
"Solo nos contestó que apreciaba nuestros comentarios", señaló.
Ahora, la cámara elabora otra carta para el presidente Donald Trump.