Bruselas, 11 oct (EFE).- El 14,1 % del agua subterránea de los países de la Unión Europea excede los límites de concentración de nitratos, un fenómeno que pone en riesgo la salud, los ecosistemas y la economía y que se nota especialmente en la fertilización agrícola en varios países de la UE, entre ellos España.
"Las concentraciones de nitratos han disminuido tanto en las aguas superficiales como subterráneas en la UE en comparación con la situación anterior a la adopción de la Directiva sobre Nitratos en 1991. Sin embargo, el nuevo informe revela que se han logrado pocos avances durante la última década", señaló este lunes la Comisión Europea.
Es la principal conclusión del último informe de la Comisión sobre la implementación de la Directiva sobre Nitratos, que data de 1991, busca mejorar la calidad del agua y constituye uno de los primeros actos legislativos de la UE en materia de protección medioambiental.
En concreto, el informe en cuestión se refiere al período 2016-2019 señala que la fertilización excesiva de los cultivos, es uno de los problemas persistentes en Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Hungría, Letonia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia y República Checa.
Otros Estados miembros como Bulgaria, Chipre, Estonia, Francia, Italia, Portugal y Rumanía, agrega Bruselas, también tienen "puntos críticos donde la contaminación debería reducirse con urgencia", agregó la Comisión.
El agua declarada como eutrófica en la UE incluye el 81 % de las aguas marinas, el 31 % de las aguas costeras, el 36 % de los ríos y el 32 % de los lagos, agregó el Ejecutivo comunitario.
Aunque el nitrógeno es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas, su excesiva concentración es perjudicial tanto para la salud humana como para los ecosistemas, provocando el agotamiento del oxígeno y la eutrofización.
Los nitratos del estiércol de ganado y los fertilizantes minerales, por ejemplo, han sido una de las principales fuentes de contaminación del agua en Europa durante décadas.
Esos fenómenos tienen "impactos económicos importantes en términos de limpieza del agua para el consumo humano y para las comunidades que dependen de las aguas contaminadas, como la pesca y el sector turístico" según la Comisión, que estima que "entre 70.000 y 320.000 millones de euros al año, mucho más allá de los costes de reducción de la contaminación en la fuente".
El informe muestra también que allí donde las autoridades nacionales y los agricultores han limpiado las aguas, ha tenido "un impacto positivo en el suministro de agua potable y la biodiversidad, y en los sectores como la pesca y el turismo que dependen de ellos", añadió la Comisión Europea.
Aproximadamente la mitad del nitrógeno de los fertilizantes y el estiércol que se aplica en Europa se pierde en el medio ambiente circundante, indicó la CE, que agregó que "equivale a una pérdida de beneficios potenciales para los agricultores de entre 13.000 y 65.000 millones de euros al año".
La Comisión subrayó que, "en general, la calidad de los programas de acción nacionales ha mejorado, pero en muchos casos las medidas en vigor no son lo suficientemente efectivas para combatir la contaminación en áreas donde la presión agrícola ha aumentado".
"El ritmo del cambio no es suficiente (...). Se necesitan acciones más urgentes para lograr una agricultura sostenible y proteger nuestro preciado suministro de agua", declaró el comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius.
La mejora de la calidad del agua forma parte del Pacto Verde de la Comisión Europea, que busca descarbonizar la UE y mejorar la sostenibilidad, en concreto, reduciendo las pérdidas de nutrientes en al menos un 50 % para 2030, en lo que respecta al suelo y como parte de la normativa sobre agua, que exige un buen estado químico y ecológico de todas las masas de agua para 2027 a más tardar.