Washington, 15 sep (EFE).- El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó este miércoles el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte como una "amenaza" a la comunidad internacional, aunque insistió en su interés por mantener un "diálogo" con Pionyang.
Washington reaccionaba así a las nuevas tensiones en la península de Corea después que el Norte lanzara hoy a modo de prueba dos misiles balísticos apenas tres días después de haber probado un nuevo proyectil de crucero y el Sur respondiera disparando después otro desde un submarino.
"Estados Unidos condena los lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte. El lanzamiento es una violación de múltiples Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", señaló Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, en rueda de prensa.
Price aseguró, asimismo, que suponen "una amenaza para sus vecinos y otros miembros de la comunidad internacional" y destacó el "férreo" compromiso de EE.UU. con la seguridad de Corea del Sur y Japón.
No obstante, el funcionario estadounidense reiteró que Washington está dispuesto a retomar las conversaciones "significativas y sustantivas" con el régimen norcoreano.
"Hemos sido muy claros en los mensajes que hemos transmitido a Corea del Norte de que estamos listos a implicarnos en ese diálogo", agregó Price.
En este sentido, subrayó que "la diplomacia es el medio a través del cual podemos alcanzar nuestro objetivo (...) la desnuclearización de la Península de Corea".
La última vez que el régimen norcoreano disparó un misil balístico fue a final del pasado marzo, cuando probó lo que pareció ser una nueva versión de su proyectil KN-23, capaz de trazar trayectorias muy difíciles de interceptar.
La ONU castiga los lanzamientos de misiles balísticos por parte de Corea del Norte con base en las resoluciones aprobadas en respuesta a su desarrollo de armas de destrucción masiva.
Esta escalada armamentística se produce en un momento en el que el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói (Vietnam) de 2019, en la que EE.UU., con el presidente Donald Trump (2017-2021) en la Casa Blanca, consideró insuficiente la oferta norcoreana de desarme y se negó a levantar sanciones.
El Gobierno estadounidense de Joe Biden, quien llegó a la Presidencia en enero de este año, ha insistido en los últimos meses en que se reunirá con Pionyang sin condiciones previas "donde y cuando sea" para tratar de reavivar las conversaciones, pero por el momento no parece haber obtenido respuesta del régimen de Kim Jong-un.