Los ataques se registraron la víspera en la ciudad de Damboa, en el norteño estado nigeriano de Borno, cuna del Boko Haram, y se dirigieron contra las personas que regresaban de celebrar las festividades musulmanas del Eid al-Fitr, que ponen fin al sagrado mes de ayuno del Ramadán.
“Presuntos yihadistas (combatientes) de Boko Haram mataron al menos a 31 personas en un doble ataque suicida con bomba en dos lugares concurridos de Damboa”, informó este domingo un funcionario del gobierno local.
En declaraciones a la prensa, el funcionario destacó que la mayoría de las víctimas murió a consecuencia de los proyectiles disparados minutos después contra voluntarios que se congregaron para ayudar a las víctimas de los ataques suicidas.
“La última cifra de muertos ahora es de 31, pero puede aumentar porque muchos de los heridos no podrán sobrevivir", subrayó el funcionario, según un reporte del diario The Punch en línea.
En una llamada telefónica a medio locales en Maiduguri, capital de Borno, el líder del grupo islamista, Babakura Kolo, se atribuyó la autoría de los atentados suicidas y los ataques subsecuentes en Damboa. “Nadie necesita que le digan que este es un trabajo de Boko Haram", dijo.
Kolo explicó que los atentados se registraron casi de manera simultánea en los distritos de Shuwari y Abachari alrededor de las 10:45 horas locales (21:45 GMT) y confirmó que sus militantes dispararon granadas contra varias personas que se congregaban en el sitio de las detonaciones.
"La mayoría de las víctimas fueron por los proyectiles disparados”, subrayó el líder del grupo yihadista, que ha perpetrado infinidad de ataques contras mezquitas, mercados y campamentos que albergan personas desplazadas por su violencia en el noreste de Nigeria.
Boko Haram, que en lengua husa significa “la educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado a la población del norte de Nigeria desde 2009, perpetrando ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno y secuestrar a civiles.
Se calcula que más de 20 mil personas han muerto, la mayoría civiles, y más de 2.6 millones han abandonado sus hogares a consecuencia de la violenta lucha de Boko Haram para tratar de imponer un Estado islámico radical en el norte de Nigeria.