El prominente empresario y político fue capturado en Miami, informaron fuentes de la Fiscalía del Ministerio Público (MP) contra la corrupción, sin dar mayores detalles.
Baldizón tenía orden de aprehensión internacional por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y lavado de dinero u otros activos, de acuerdo con la investigación del MP y de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Antes de conocerse el arresto de Baldizón, quien era buscado por la Interpol a pedido de la justicia guatemalteca, el MP informó en sus redes sociales de un operativo de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) por el caso Odebrecht.
Indicó que durante diez allanamientos realizados la víspera y este domingo en oficinas y residencias de la capital guatemalteca detuvo a tres de cinco empresarios vinculados con Baldizón en el caso de corrupción de la constructora brasileña.
Al parecer los empresarios tenían contratos de construcción de carreteras, incluido el de Odebrecht, con complicidad de ministros del gobierno anterior (2012-2016), para destinar recursos de las ganancias ilícitas a la campaña presidencial de Baldizón.
El excandidato, quien disputó la presidencia por segunda vez consecutiva, figuraba como amplio favorito para ganar las elecciones generales de fines de 2015, pero de manera sorpresiva se impuso Jimmy Morales.
El político es un acaudalado empresario dueño de hoteles, centros comerciales y líneas de transporte de lujo, quien en su trayectoria política, sobre todo como diputados, en diversas oportunidades fue acusado de corrupción.
Las autoridades no habían realizado ninguna acción, de manera oficial, por el caso Odebrecht, pese a que hay denuncias por contratos millonarios, uno en especial por hasta 165 millones de dólares, de carreteras que pagaron funcionarios corruptos a la empresa brasileña sin que se llevaran a cabo las obras.
El ahora presidente Morales, un excómico y comediante de televisión, casi sin experiencia política, ganó la elección en segunda vuelta. Fue popular por su lema de campaña “Ni corrupto, ni ladrón”.
Las elecciones presidenciales pasadas se realizaron bajo la sombra del gran escándalo de corrupción que llevó a prisión al entonces presidente Otto Pérez Molina, quien renunció en septiembre de 2015, y la vicepresidenta Roxana Baldetti, detenida en agosto de ese año.
La investigación del MP y de la CICIG, que se conoció en abril de 2015, denominada La Línea, mantienen en prisión provisional a Pérez Molina, a Baldetti y a decenas de empresarios, particulares y exfuncionarios.
La CICIG, misión de las Naciones Unidas que colabora con el MP en la lucha contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado, también investiga al presidente Morales, quien asumió en enero de 2016, por financiamiento electoral ilícito.
El MP y la CICIG pidieron el 25 de agosto pasado el antejuicio contra el presidente Morales para continuar la investigación, pero diputados afines que son mayoría en el Congreso declararon sin lugar el desafuero.
Dos días después, la madrugada del domingo 27 de agosto, el presidente Morales declaró no grato al jefe de la CICIG, el colombiano Iván Velásquez, y ordenó su inmediata expulsión del país.
Una resolución del máximo tribunal del país indicó que era improcedente la decisión presidencial, por lo que continúa Velásquez en Guatemala al frente de la CICIG, que también envió a proceso por fraude al hijo y hermano del presidente Morales.