Los hechos ocurrieron esta tarde al margen de una marcha convocada por el principal sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT) por el 1 de mayo, día internacional del trabajo.
Pasadas las 15:00 horas locales (13:00 horas GMT), un grupo de más de mil 400 radicales del "black bloc", un grupo de radicales violentos anticapitalistas cubiertos con pasamontañas, atacaron comercios y se enfrentaron al fuerte operativo policial desplegado por la jornada.
Los radicales, que atacaron sobre todo en el decimotercer distrito de la capital francesa, al sur de París, quemaron mobiliario público y destrozaron una hamburguesería de la cadena estadunidense McDonald's.
La policía usó gases lacrimógenos y cañones de agua para despejar a los radicales que les lanzaron piedras y diversos objetos, y destrozaron una autoescuela y una agencia de automóviles, entre otros locales.
"Estos hechos son condenables y serán condenados. No podemos aceptar que un cierto número de personas llame a destrozar y a la violencia", declaró el ministro francés del Interior (Gobernación), Gerard Collomb.
Según Collomb, los radicales atacaron incluso con fuego a agentes de policía, en actos de "extrema violencia". Los ataques obligaron a los organizadores sindicales de la marcha del 1 de mayo a cambiar el recorrido previsto y a retrasar su desfile.
Los enfrentamientos provocaron duras críticas al gobierno francés y algunos políticos conservadores y de la ultraderecha, que llamaron a la dimisión del ministro del Interior, por lo que consideraron una reacción inadecuada o demasiado "pasiva" de la policía y de la gendarmería.
Ante la previsión de los ataques, el gobierno desplegó un operativo especial de miles de agentes en toda Francia, particularmente en París, en donde se desplegó un refuerzo de más de mil 500 granaderos, entre otros cuerpos de seguridad.
En Francia, entre 143 mil y 210 mil personas participaron en las marchas sindicales del 1 de mayo, pacíficamente en casi todos los casos.