La embarcación fue detenida en cumplimiento a la orden emitida en días pasados por el gobierno de Malta de cerrar los puertos a los buques no gubernamentales que parten o arriben al país, hasta que concluya la investigación sobre las actividades de la nave Lifeline, detenida la semana pasada con 234 inmigrantes a bordo.
Una portavoz de Sea Watch denunció que el buque de la organización benéfica alemana pidió abandonar el puerto después de someterse a mantenimiento, pero la autoridad portuaria de Malta se lo negó, impidiéndole reanudar sus actividades de salvamento.
"A la solicitud de abandonar el puerto, hemos sabido que el barco ha sido detenido en Malta, sin que las autoridades den ningún motivo legal", afirmó Sea Watch en una declaración, emitida este lunes en momentos en que el capitán del Lifeline, Claus-Peter Reisch, era procesado en la corte.
Reisch compareció esta mañana ante el magistrado Joe Mifsud, luego de que el buque Lifeline pidió atracar y desembarcar en Malta a 234 inmigrantes la semana pasada, tras pasar varios días en alta mar.
El capitán, de 57 años, nacido en la ciudad de Múnich, Alemania, fue acusado por la Fiscalía de entrar ilegalmente en aguas territoriales maltesas y sin un registro adecuado y una licencia, por lo que están solicitando al tribunal la confiscación del barco, según un reporte del diario The Independent Malta en línea.
Durante su comparecencia de este lunes, la Corte concedió a Reisch una fianza con una garantía personal de 10 mil euros y le ordenó depositar su embarcación bajo custodia del Tribunal, hasta la reanudación del caso, el próximo jueves.
El MV Lifeline ingresó el viernes pasado a Malta después de que ocho estados miembros de la Unión Europea (UE) y Noruega acordaron recibir a los inmigrantes, luego de que había quedado varado entre Malta y Libia durante seis días, por la disputa de quién debería tomar el barco.