“No considero que el director Mueller tenga una cacería de brujas”, respondió Wray ante las insistentes preguntas del senador republicano Lindsey Graham, sobre la pesquisa federal sobre una posible colusión entre miembros del equipo de Trump con Rusia.
Apenas unas horas antes, el presidente Trump salió al paso de las nuevas revelaciones con una nueva defensa de su hijo Donald Trump Jr. y reiterando que se trataba de una “cacería de brujas”.
Durante su testimonio, Wray aseguró a los senadores que en caso de ser confirmado como director del FBI encabezará una “oficina independiente”.
“Nadie me ha hecho una petición de lealtad”, dijo a los senadores, una referencia a los comentarios de su antecesor James Comey, quien reveló al Senado después de su despido que esa fue una de las peticiones que le hizo en privado el presidente estadunidense.
“Mi lealtad es a la Constitución y a la ley”, remató Wray.
En ese sentido Wray señaló que la relación entre el presidente de Estados Unidos y el director del FBI debe ser “profesional, no social”.
El nominado del FBI pareció también distanciarse de las palabras del presidente estadunidense, quien ha puesto en tela de juicio la evaluación de las agencias de inteligencias, cuando sostuvo no tener “razón alguna” para dudar de las agencias estadunidenses.
Wray, abogado de formación, es actualmente socio del bufete King & Spalding donde tiene a su cargo un área de investigaciones gubernamentales. Fue procurador adjunto de justicia del 2003 al 2005 durante la administración del expresidente George W. Bush.