Al finalizar su catequesis semanal, ante más de seis mil personas congregadas en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice se salió del discurso preparado para manifestar “una cosa” que, confesó, “no quería decir” pero debió hacerlo.
“Para venir a estas audiencias existen los billetes de ingreso. Está escrito en los billetes, en seis idiomas, que el ingreso es del todo gratuito”, indicó, mientras tenía en su mano uno de los tickets confeccionados por la Prefectura de la Casa Pontifica, de color rojo.
Entonces aclaró que para ingresar a la audiencia, sea en el aula o en la Plaza de San Pedro, no se debe pagar porque se trata de una visita gratuita para hablar con el Papa, con el obispo de Roma.
“Pero he sabido que existen algunos vivos que hacen pagar los billetes”, señaló, hablando en italiano, mientras era interrumpido por la multitud con un aplauso. “Si alguno les dice que para ir a la audiencia del Papa se necesita pagar algo te están estafando, estate atento, estate atenta”, añadió.
“Esto es gratuito, aquí se viene sin pagar porque esta es casa de todos y quien dice esto, hace pagar, esto es un delito, no lo se, pero ese hombre o esa mujer es un delincuente. óEso no se hace! Entendido”, apostilló, visiblemente molesto.
Es la prefectura, a cargo del arzobispo Georg Gaenswein, la oficina del Vaticano responsable de imprimir y distribuir los billetes para los actos del Papa. Todas las audiencias y misas, incluidas la de Navidad y Pascua son gratuitas.
Pero en los últimos años han proliferado numerosos operadores turísticos que ofrecen como parte de sus recorridos la “audiencia con el Papa” llegando a cobrar a los visitantes hasta 42 dólares.
Por ejemplo el sitio web “GetYourRide” ofrece “visitas guiadas” al Vaticano en alemán, francés, inglés, español y portugués para asistir a la catequesis semanal encabezada por Jorge Mario Bergoglio.
En la explicación del tour se aclara que entre las actividades ofrecidas está “tomar parte a la única audiencia del Papa guiada”, “escuchar las explicaciones sobre el discurso papal y sobre los procedimientos del evento” y “dejarse raptar por la multitud de creyentes provenientes de todo el mundo”.
En realidad las audiencias semanales del pontífice, los miércoles por la mañana, no son guiadas y su formato es ya multilingüe. La única ventaja que ofrecen esos tours es que el visitante no debe procurarse por conseguir un billete ni debe informarse sobre cómo participar en el encuentro.
Para los operadores turísticos resulta un negocio redondo. Ellos suelen reservar en la prefectura vaticana decenas de billetes que después le entregan a sus clientes y sólo deben gastar en el autobús para trasladarlos hasta San Pedro, algo que normalmente ya contemplan en sus servicios.
Así, por un simple traslado (que a veces incluye “un recorrido panorámico por la ciudad de Roma”), cobran de 26 a 42 dólares. Eso si, la mayoría de ellos ofrecen “acompañantes profesionales”.
Otros sitios, como Rome4All, precisa que los billetes para la audiencia papal “son gratuitos” pero ofrece un servicio “de reserva y entrega” de los mismos directamente al propio hotel o casa de vacaciones, al costo de 43 dólares.
Y aclara: “si tu hotel está fuera del centro de Roma contáctanos para un presupuesto”. Estos sitios invitan a “dejarse encantar” por la audiencia pública del Papa, que presentan como una “experiencia inolvidable” y la ilustran, la mayor parte de las veces, con una foto de Francisco.