Río de Janeiro, 30 Oct (Notimex).- La violencia repuntó el año pasado en Brasil en casi todas sus formas, asesinatos, violaciones, asaltos, y dejó un aumento de los homicidios hasta el mayor nivel registrado, con más de 61 mil muertes, según un estudio publicado este lunes.
Fueron en total 61 mil 619 muertes intencionadas en 2016, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública, que advirtió en un amplio compendio de estadísticas publicado este día, que el número total podría ser mayor, pues hay otras 71 mil personas “desaparecidas”.Dijo que siete personas mueren en Brasil cada hora, un crecimiento del 3.8 por ciento respecto a 2015, mientras los expertos advierten que este año podría batirse este récord de violencia, asociado de alguna forma a la crisis económica por la caída de los recursos para aumentar la seguridad pública.
“Algunos números preliminares de 2017 ya indican que desde el año pasado la situación está bastante peor”, señaló Renato Sergio Lima, director presidente del Foro, que anualmente presenta los datos sobre la violencia en Brasil.
Para entender la magnitud de esta violencia, el Foro equiparó el número de muertes con los de la bomba atómica de Nagasaki, en 1945, y dijo que es como si se lanzara una “bomba atómica por año” en el país sudamericano, marcado por las grandes diferencias sociales, el aumento del crimen organizado y el fácil acceso a las armas de fuego.
“Son datos impresionantes que refuerzan la necesidad de cambios urgentes en la forma como hacemos políticas de seguridad pública en Brasil. No es posible aceptar que la sociedad conviva con ese nivel de violencia letal”, señaló Lima.La tasa de homicidios se situó en 29.9 por 100 mil habitantes, pero en algunas regiones, sobre todo en los estados pobres del noreste del país, llega hasta 64 por cada mil habitantes.
Como las estadísticas muestran desde hace años, la población más impactada por esta violencia es la negra, y eso afecta incluso también a los policías, ya que en 2016 existió un aumento del 17.5 por ciento de los asesinatos de policías, hasta los 437 muertos, y en un 56 por ciento eran negros.
Otro de los aspectos que refleja el estudio es un preocupante aumento de la muerte de civiles en operaciones policiales, una tendencia que ha sido denunciada por organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, sobre todo en las incursiones de la policía dentro de favelas o comunidades desfavorecidas.El año pasado fueron cuatro mil 224 personas muertas como consecuencia de operaciones policiales, un 25.5 por ciento más que el año pasado, y el 81 por ciento de los fallecidos era menor de 29 años.
“Es un problema de gran relevancia que no está siendo enfrentado de manera adecuada por el Estado brasileño”, agregó Sergio Lima.
A mediados de octubre el Gobierno aprobó un polémico proyecto de ley que transfiere a la Justicia militar los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas contra civiles durante operaciones de seguridad, provocando rechazo en organizaciones civiles y la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Crisis eleva violencia y asesintos en Brasil a máxima histórica
30
de Octubre
de
2017
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