Francia, 10 Sept 2024.- (depositphotos) Las concentraciones de metano en la atmósfera aumentan constantemente, a un ritmo que se ha acelerado en los últimos años, pese a la promesa de muchos países de reducir las emisiones de este gas que causa el efecto invernadero, indicaron el martes un grupo de investigadores.
"El metano está aumentando más rápido en términos relativos que cualquier otro gas de efecto invernadero importante y ahora se encuentra en niveles 2,6 veces más altos que en la época preindustrial", indica un equipo internacional de científicos bajo los auspicios de la organización Global Carbon Project, en un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters.
El metano (CH4) es el segundo gas de efecto invernadero vinculado a la actividad humana después del dióxido de carbono (CO2).
Alrededor del 40% del metano proviene de fuentes naturales, especialmente de los humedales, pero la mayoría (alrededor del 60%) está vinculada a actividades humanas como la agricultura (cría de rumiantes y cultivo de arroz), combustibles fósiles y los desechos.
Su capacidad de calentamiento es 80 veces mayor que el del CO2 pero se descompone más rápidamente, lo que posibilita que se reduzca su impacto.
Sin embargo, el estudio muestra que las concentraciones de metano en la atmósfera -- el metano emitido menos una parte absorbida por los suelos y por las reacciones químicas en la atmósfera-- han ido aumentando constantemente.
En la década del 2000 el aumento del metano en la atmósfera fue de 6,1 millones de toneladas anuales en promedio pero en la década de 2010 se disparó hasta 20,9 millones de toneladas.
Este crecimiento se ha acelerado aún más en los últimos años, con niveles que no se habían visto desde la década de 1980.
"Las emisiones antrópicas [provocadas por los seres humanos] han seguido aumentando en casi todos los países del mundo, con la excepción de Europa y Australia, que están mostrando una trayectoria de lento descenso", dijo a la AFP Pep Canadell, coautor del estudio y director ejecutivo del Global Carbon Project, con sede en Canberra, en Australia.
Los aumentos fueron impulsados principalmente por las emisiones de la minería del carbón, la producción y el uso de petróleo y gas, la cría de vacas y ovejas, así como la descomposición de alimentos y materiales orgánicos en vertederos.