Formado por expertos independientes, el Comité de Derechos Humanos de la ONU indicó en un comunicado que pidió a “Brasil que tome todas las medidas necesarias” para que Lula da Silva pueda tener “acceso apropiado a la prensa y a miembros de su partido político” como “candidato a las elecciones de 2018”.
“El Comité también pidió a Brasil que no le impida de candidatarse a las elecciones presidenciales de 2018 hasta que sus apelaciones ante los tribunales hayan sido completadas en trámites judiciales justos”, señaló el texto.
La decisión se produce como consecuencia de la petición de los abogados de Lula da Silva a la ONU para que el organismo examine el caso del exsindicalista, que está encarcelado a 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero, pero denuncia una “cazada” judicial para dejarle fuera de los comicios.
La manifestación del Comité se produce dos días después que el Partido de los Trabajadores (PT) inscribió a Lula da Silva como candidato, y cuando la Fiscalía de Brasil ya pidió la impugnación de la inscripción al entender que, según la ley, la condena en segunda instancia del exmandatario le deja fuera de la carrera electoral.
La fiscal general del Estado, Raquel Dodge, presentó el miércoles a la Justicia electoral un recurso para impugnar el registro de la candidatura del exsindicalista e impedirle también realizar campaña política.
Ello con el argumento de que, según la Ley de Ficha Limpia, el propio Lula da Silva aprobó durante su segundo mandato que un condenado en segunda instancia por tribunal colegiado no puede ser candidato, pues está inhabilitado por ocho años.
El Comité subraya que el posicionamiento expresado este viernes y celebrado por los abogados de Lula da Silva como una victoria, no supone que haya encontrado “por el momento una violación” de los derechos políticos del exmandario.
“Es una medida urgente para preservar el derecho de Lula mientras se consideran los méritos del caso, lo que sucederá el próximo año” por parte del grupo de expertos de la ONU, señaló el texto.
Fuentes cercanas al PT había expresado su satisfacción de que la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, sea el próximo Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a partir del 1 de septiembre. Bachelet se pronunció a favor de que Lula da Silva pueda participar en los comicios si su caso no agotaba todas las instancias judiciales.
La Justicia electoral tiene hasta el 17 de septiembre para decidir si acepta o no a Lula da Silva como candidato, aunque miembros de la corte indicaron que darán celeridad al asunto para que no empañe la campaña que termina el día 6 de octubre, víspera de la votación de primer turno.
Los sondeos siguen atribuyendo a Lula da Silva una ventaja amplia: la encuesta del Instituto Paraná publicada esta semana muestra que el exsindicalista lidera la intención de voto con 31 por ciento, mientras por 22 por ciento el exmilitar y diputado de extrema derecha, Jair Bolsonaro.